Tras las revueltas en la semana anterior al referéndum nacional, el pueblo chileno ha seguido alzándose en contra del movimiento neoliberal que consideran una de las causas de la paupérrima situación del país para muchos sectores sociales. Las revueltas sociales en Chile llevan ocurriéndose desde octubre de 2019 y un año después parecen haber conseguido una resolución.

Esta tensión originada por las desigualdades entre clases en Chile, a pesar de la apología que sus medios y sus políticos hacen de su sistema político-económico, ha propiciado que se derogue la Constitución redactada durante la dictadura de Augusto Pinochet.

Nueva Constitución para Chile

Tras un año de protestas sociales, el domingo 25 de octubre de 2020 se escrutaba este referéndum que conseguía con una mayoría aplastante con porcentaje a favor del 78,2 % que se cambiase la Constitución vigente en el país a pesar de las restricciones por la pandemia en América Latina.

Esta nueva Constitución que abrirá una nueva era para Chile, será votada con obligatoriedad en 2022 cuando se haya redactado el nuevo texto por un órgano de 155 personas conocido como convención constitucional, un grupo integrado por ciudadanos electos únicamente para este fin, que tendrán 9 meses a partir de abril para realizar los cambios pertinentes.

Las otras opciones que por votación han quedado descartadas eran las de una comisión mixta formada por ciudadanos y por parlamentarios frente a la opción de no cambiar la Carta Magna actual.

Ambas propuestas quedaban con apenas un 20% de votaciones a favor.

Un plebiscito histórico

Sebastián Piñeira, presidente del país ha querido remarcar que es la primera vez que los ciudadanos con total igualdad y equidad entre sexos se han pronunciado en las urnas, con un récord de participación de 14,7 millones de votantes. Además es la primera vez en la historia del país que un sector elegido por y desde la ciudadanía será quien redacte la nueva Constitución que pretende poner fin a las disidencias que provocaba la anterior, que junto con la crisis del coronavirus ha polarizado más aún si cabe las desigualdades sociales.

Piñeira también ha remarcado que esta medida supone "un triunfo de la ciudadanía y la democracia".

Otra de las idiosincrasias que tendrá esta carta magna es la inclusión de los pueblos indígenas que tendrán voz de manera constitucional aunque aún no hay especificaciones de la forma en la que se llevará a cabo. El presidente afirmaba con orgullo que el pueblo chileno había demostrado nuevamente la naturaleza democrática, participativa y pacífica y el alma de las naciones honrando la tradición republicana.

Las reacciones en Chile no se han hecho esperar y los ciudadanos salieron a la calle para celebrar este triunfo en varias ciudades del país. También se proyectaba sobre el edificio de Telefónica, por su remarcable altura, la palabra "Renace", simbolizando este hecho que deja atrás las medidas del régimen de la dictadura para siempre.