Siete ex ministros de salud de Brasil anunciaron que denunciarán al presidente Jair Messias Bolsonaro, ante el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos por sus acciones durante la pandemia de Coronavirus.

Acusan a Bolsonaro de vulnerar los derechos a la salud y la vida, además de denunciar un "genocidio potencial", por no seguir las recomendaciones de las autoridades de salud y la Organización Mundial de la Salud (OMS), ante la pandemia de coronavirus.

El presidente de Brasil será denunciado por genocido potencial en la ONU

Alexandre Padilha, Arthur Chioro, Humberto Costa, José Gomes Temporão, José Saraiva Felipe, Agenor Álvares y Marcelo Castro son todos los ex ministros de Salud durante los Gobiernos de Luiz Inazio “Lula” da Silva y su sucesora Dilma Rousseff.

Los ex funcionarios expresaron su "indignación y total desacuerdo" con las políticas del líder evangelista de extrema derecha frente a la pandemia de coronavirus, por lo que indicaron que se sintieron obligados a "denunciar los graves efectos nocivos".

Bolsonaro niega la evidencia científica que indica la necesidad de distanciamiento social como "acción de indudable relevancia" y minimiza la enfermedad. Tal es su “militancia” en la oposición a la cuarentena por coronavirus, que casi diariamente se muestra en público, tose y luego saluda a la gente con la mano con la que se cubrió.

Brasil hoy tienen 4.543 víctimas por coronavirus, mientras que los casos confirmados suman 66.501. São Paulo, es el epicentro de la pandemia brasileña y es el centro urbano e industrial más grande de Brasil y con con 46 millones de habitantes, sufre de casi 21.000 infecciones y 1.700 muertes. Lo sigue Río de Janeiro (7,111 casos y 645 muertes).

Sin embargo, la situación es más crítica en los estados del interior, como Amazonas, debido a la sobrecarga de su sistema de salud.

Jair Bolsonaro niega el poder de la pandemia por coronavirus

En Amazonas, los números aterran: cuando en las grandes ciudades como Río de Janeiro y Sao Paulo tienen una tasa de infección de 470 casos por millón para la primera y 432 casos por millón para la segunda, en el Amazonas la tasa es de 990 infectados por millón de habitantes.

El estado de Amapá, en el norte y limitando con la Guyana Francesa, tiene una tasa de casi 1.100 infectados por millón.

Y resulta más que preocupante que éste es el hábitat de 850.000 personas pertenecientes a etnias originarias, las cuales carecen de todo tipo de protección.

Pero mientras el país se enfrenta a la pandemia sin reglas claras, una profunda crisis se adueña del gabinete bolsonarista con la renuncia del ministro estrella de Justicia Sergio Moro, quien armó la causa y llevó a la cárcel al ex presidente Luiz Inácio “Lula” da Silva, facilitando la llegada al poder de Bolsonaro.

El presidente de Brasil llama a romper la cuarentena dictada por los gobernadores

Esta baja importante se da pocos días después de que Bolsonaro despidiera a su ministro de Salud, Luiz Henrique Mandetta. El ministro de Salud no soportó la presión y fue desplazado por Bolsonaro, luego que se propusiera como un firme defensor de la cuarentena para combatir la pandemia de COVID-19, mientras que el jefe de Estado lo considera una "gripecita" y promueve el quiebre del aislamiento social y el regreso al trabajo de los brasileños para sostener la economía.

El actual ministro de Salud, Nelson Teich, estudia medidas para aliviar las restricciones de las cuarentenas dictadas de forma unilateral por los estados brasileños, una de las principales demandas del presidente de Brasil Jair Messias Bolsonaro. Mientras tanto, los funcionarios de la salud aspiran a que la llamada curva de la enfermedad alcance su punto álgido entre mayo y junio.