El año pasado, Polonia sacó una ley que obliga a difundir que el país jamás tuvo nada que ver con el Holocausto judío, pese a tener campos de concentración nazis en su territorio. Por ejemplo, Auschwitz, fundado después de la invasión por Hitler el 1 septiembre de 1939. La norma amenaza con multas y hasta la cárcel si alguien cuenta lo contrario. Esto provocó un incidente diplomático con Israel y la protesta del embajador polaco en Tel Aviv ante el Gobierno israelí.
Esta ley es tan estrictamente aplicada que, cuando la televisión pública polaca proyectó la cinta "Ida", que dio a Polonia su primer Oscar a la Mejor Película de Habla No Inglesa, emitió un posterior coloquio que la calificaba de "antipolaca" y donde se argumentó que muchas cosas que explicaba el filme eran "calumnias".
'Un bello monumento a Hitler en Varsovia'
Ahora, voces disidentes con esta ley polaca vuelven a salir del extranjero. En este caso, de la vecina Rusia. Su polémico presidente, Vladimir Putin, ha explicado que se han examinado unos documentos secretos de hace muchos años y que en ellos se rescatan unas declaraciones del embajador de Polonia en la Alemania nazi hechas en 1938.
En ellas, el diplomático prometía "levantar un bello monumento a Hitler" en Varsovia y "enviar a los judíos a las colonias en África".
Putin ha calificado de "cerdo antisemita" a aquel embajador y ha dicho que los mencionados documentos "demuestran un claro entendimiento entre Polonia y Hitler".
Ambos países se han acusado de toda clase de agravios desde aquellos tiempos hasta ahora. Incluso se añade que Polonia manifiesta "temor" a cómo Rusia se comporta en países como Ucrania, por si a ellos les pasara lo mismo. El país del este, además de formar parte de la UE, es miembro de la OTAN.
Pero las declaraciones de Putin han provocado además que el viceministro de Asuntos Exteriores polaco, Marcin Przydack, haya convocado al embajador ruso en Varsovia.
Reproches mutuos entre Varsovia y Moscú
Asimismo, Vladimir Putin, el 20 de diciembre pasado, manifestó su rechazo a una resolución del Parlamento Europeo, del cual Polonia forma parte, donde "se equiparaba comunismo y nazismo", denunciando que se olvidaron de lo que pasó en 1945, cuando al acabar la II Guerra Mundial se contabilizaron más de 27 millones de muertos sólo en la Unión Soviética. De paso, recordó la actitud del Gobierno polaco actual, de extrema derecha, que está demoliendo los monumentos al Ejército Rojo (nombre del ejército soviético durante el régimen político comunista) erigidos después del conflicto bélico en territorio polaco.
El viceministro polaco ha recordado que su país fue el primero en hacer frente a Hitler cuando éste empezó la invasión el 1 septiembre de 1939, contradiciendo lo que dijera su embajador de entonces en Berlín, y que por ese motivo murieron durante los años de la guerra seis millones de polacos, entre ellos tres millones de judíos.
Por otro lado, muchos historiadores recuerdan que dicha invasión fue un pacto entre Hitler y Stalin, conocido como Ribbentrop-Molotov y firmado pocos días antes, el 23 agosto de 1939. Stalin atacó e invadió Polonia dos semanas después que Hitler y, al final de la guerra, una parte del territorio polaco pasó a la URSS, siendo actualmente una de las repúblicas que surgieron después de la desmembración soviética en 1991.