El pasado 10 de noviembre, la policía de Kampala (Uganda), realizó una redada en el Ram Bar, un famoso bar de ambiente de la ciudad. El trato que reservaron a los detenidos, revela una grave falta de derechos humanos en este órgano gubernamental. La situación de la población LGTB en Uganda es bastante peligrosa y en los últimos meses se están produciendo varios actos de violencia homofóbica hacia esta parte de la población local.

Los hechos ocurren tras el ataque a la sede de Let’s Walk Uganda

El mes pasado, el 21 de octubre de 2019, la sede la asociación para la implicación en el trabajo de las personas LGTB,Let’s Walk Uganda’, fue atacada por parte de agresores homofóbicos que amenazaron con derrumbar el edificio.

Los voluntarios presentes en el interior, llamaron a la policía, y después que estas personas fueron dispersadas, los mismos policías empezaron a interrogar los 16 activistas amenazándolos e insultándolos por su condición sexual. Esa misma noche fueron encarcelados.

El día siguiente, la sede del centro fue registrada, y fueron confiscados condones, lubricante, material de prevención y otro material informativo. Acusados de perpetrar actos contra natura, el 23 del pasado octubre, los 16 arrestados fueron obligados a un examen corporal forzado en una estación de policía en la ciudad de Nsambya. Posteriormente, todos los retenidos fueron liberados, pero sus cargos siguen.

La redada al Ram Bar se convierte en otro acto homófobo en Uganda

El 10 de noviembre, la policía allanó el Ram Bar, un famoso local de ambiente de la ciudad de Kampala, y arrestó 126 personas, con la excusa de haber violado la Ley Antitabaco de Uganda de 2015, y haber consumido sustancias ilegales, pero quien asistió al hecho en cuestión, declaró que fueron detenidas todas las personas que estaban en el bar, también quien no estaba consumando nada.

Desde declaraciones de un policía, familiar de una de las arrestadas, parece que el objetivo de la redada en el bar era exactamente arrestar a las personas homosexuales que lo frecuentan. Una activista LGTB detenida, Joan Amek, directora de la asociación ‘Mujeres Rella’, denunció a los periódicos que la policía utilizó amenazas e insultos homófobos por toda la detención y también durante los arrestos.

Algunas mujeres fueron liberadas con cargos, pero 58 permanecen en la cárcel y tendrán que aparecer en juicio a partir desde el 18 de noviembre frente a un tribunal.

La ministra de Seguridad de Uganda asegura que la comunidad LGTB pertenece a grupos terroristas

El 1 de agosto, un grupo de motociclistas no identificados golpearon hasta la muerte a Fahad Ssemugooma Kawere, una Mujer transgénero, y el 4 de octubre lo mismo pasó con un activista homosexual, Brian Wasswa, que murió en hospital el día siguiente a la agresión por la violencia de los golpes recibidos.

Estos ataques están conectados con los recientes discursos homófobos realizados por miembros del gobierno nacional. El ministro de Ética e Integridad, Simon Lokodo, declaró frente la prensa nacional que el parlamento tenía un proyecto para realizar algunas leyes que habrían criminalizado los actos homosexuales.

El 3 de octubre la ministra de Seguridad, Elly Tumwine, afirmó que grupos LGTB estaban vinculados a un presunto grupo terrorista.

La activista Neela Ghoshal critica las prácticas homófobas de las autoridades de Uganda

El gobierno de Uganda tomó distancia desde las palabras de los dos ministros, pero después lo que ocurrió en el Ram Bar, los activistas LGTB no consideran muy fiables las declaraciones gubernamentales, ya que con sus actos la policía sigue violando los derechos humanos de la población LGTB ugandés.

“Uganda debería derogar los artículos 145, 146 y 148 del código penal, que penalizan las relaciones consensuadas entre personas del mismo sexo y violan el derecho a la privacidad y la no discriminación”, dijo Neela Ghoshal , investigadora de derechos LGTB de ‘Human Rights Watch’.

Ghoshal siguió declarando que el Ministerio de Salud y la policía deberían prohibir los exámenes anales forzados y sus uso como "evidencia" en los juicios por homosexualidad: "Estos exámenes no tienen valor científico y violan la Convención contra la Tortura, la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos”.