Los daños causados por un enorme incendio en el Museo Nacional de Brasil son irreparables. El incendio de grandes proporciones arrasó con el museo situado en Río de Janeiro. Tras el accidente, de causas aún desconocidas, se calculó una pérdida de más de 20 millones de piezas que formaban parte de sus importantes posesiones. Pero, el hallazgo de una de las piezas que quedó tras el incendio dejó sorprendido a los expertos. Se trata de un meteorito que quedó intacto en el medio del desastre.
Los expertos tratan de explicar el por qué este tipo de piezas quedo sin daños tras el incendio.
Los especialistas explicaron que este tipo de rocas espaciales son resistentes debido a que han llegado a la atmósfera tras ser expuestas a altas temperaturas. Pero, para ellos claramente el origen de este tipo de pieza es todavía un misterio. Y más allá de su composición, los investigadores continúan excavando más información sobre los objetos considerados asteroides o cometas que llegan a la Tierra.
Cuáles fueron las pérdidas
El importante museo fundado en 1818 contenía una de las mayores colecciones de meteoritos instalados en Brasil. Se perdieron documentos importantes, fósiles, piezas grecorromano, y egipcias. El incendio se inició alrededor de las 19:30, hora local. El fuego fue persistente al finalizar el día a pesar de los grandes esfuerzos de los bomberos por extinguirlo.
Según los medios informativos, hasta el momento no hay heridos, pero sí grandes pérdidas materiales de carácter histórico. Los expertos, al observar la extensión del incendio, opinaron que muy pocas piezas podrán sobrevivir ante las llamas.
El presidente de Brasil, Michel Temer, manifestó tristeza tras la gran pérdida de las tantas piezas de valor que se encontraban en el museo.
"Un día trágico para la museología de nuestro país. Se perdieron 200 años de trabajo, investigación y conocimiento", expresó el mandatario en una nota a través de las redes sociales.
El rostro de Luzia
Una de las lamentables pérdidas por el incendio fue el rostro de Luzia, el fósil más antiguo de América del Sur, que desapareció entre las llamas en el museo de Río de Janeiro.
La confirmación de esta pérdida la dio Kátia Bogéa, la presidenta del patrimonio histórico. Ella lamentó en sus declaraciones que se había perdido una importante parte de la historia. La pérdida se trata del cráneo de Luzia, uno de los esqueletos más antiguos encontrados en América, que según los estudios data de unos 11.500 años de antigüedad.