El sacerdote Cristián Precht fue expulsado por orden del papa Francisco, debido a que se conoció su implicación en el delito de abusos sexuales a menores. La Iglesia Católica ha estado envuelta en muchos casos de este tipo de delitos que muchos sacerdotes decidieron ocultar.
El pontífice decidió aplicar la sanción máxima al sacerdote Precht y es de carácter inapelable. El sacerdote había sido suspendido entre los años 2012 y 2017 por conductas inapropiadas con menores e incluso en algunos casos de mayores de edad. Fue expulsado completamente de su cargo luego de una orden directa del papa Francisco.
Precht cumple su suspensión de 5 años y se incorpora a su cargo
Ricardo Ezzati, uno de los líderes católicos chilenos fue el que decidió suspender a Precht por un periodo de 5 años, aunque algunos dirigentes le habían recomendado una suspensión definitiva. El diciembre pasado Precht cumplió la medida de sanción impuesta y fue reincorporado en su cargo. Pero, cuatro meses luego, un grupo de personas denunciaron a distintos sacerdotes, entre los cuales se encontraba él como miembro de la lista.
El sacerdote fue denunciado en distintos cargos relacionados con abusos sexuales. Entre estos se pueden nombrar: asociación ilícita, violación impropia, abuso sexual impropio, entre otros. Debido a esto la fiscalía comenzó un proceso de investigación para luego presentar un informe a la iglesia en el mes de agosto, donde se establecen los antecedentes del sacerdote chileno.
Una de las víctimas de los abusos del dirigente religioso declaró en su cuenta Twitter que era necesario que se aplicara justicia con, por lo menos, la expulsión del sacerdote de su cargo.
El sacerdote lo niega todo
Por su parte, Prech se defendió negando todo las denuncias que se establecieron en su contra y negó rotundamente su participación en cualquiera de los casos.
Manifestó que defendería su honra en todas las formas posibles. La decisión de la suspensión total del sacerdote fue ordenada directamente por el papa Francisco. El proceso de investigación se volvió algo complejo y fue llevado directamente al papa, quien ante las claras evidencias, tomó la decisión.
Escándalos de abusos salen a la luz
El reciente caso de los 300 sacerdotes que fueron acusados por delitos de abuso sexual a menores en Estados Unidos causó un revuelo en la iglesia católica. Un informe presentado en Pensilvania arrojó datos impresionantes de más de 1000 niños que fueron abusados sexualmente. Los sacerdotes que estaban al tanto de la situación decidieron proteger a la iglesia y a los abusadores, antes que a las víctimas, por eso muchos de ellos decidieron callar. Esto hechos dejaron una gran mancha en la iglesia católica.