Alexander Petrov y Ruslan Boshirov, son dos ciudadanos rusos que han sido hoy señalados por las autoridades británicas como los responsables del ataque hacia el exespía, Sergei Skripal, y su hija, Yulia Skripal, producido el 3 de marzo en la localidad inglesa de Salisbury. Los dos sospechosos también son acusados de ser los responsables del intento de asesinato de un policía, Charley Rowley, y de la muerte de su mujer, Dawn Sturgess, ciudadana británica de 44 años. Ambos fueron intoxicados con el mismo agente nervioso que los Skripal.

El gobierno británico no ha solicitado la extradición de los dos acusados, dado que la constitución rusa no permite la entrega de sus ciudadanos.

Sin embargo, sí que ha solicitado una orden de arresto europea, gracias a la cual si Petrov y Boshirov viajan por Europa, podrán ser detenidos y juzgados por el Reino Unido. Por su parte, el gobierno ruso asegura no reconocer a los dos ciudadanos rusos identificados: "Los nombres y las fotografías publicadas en los medios no nos dicen nada", ha declarado hoy la portavoz de exteriores rusa, Maria Zajarova, a la vez que ha acusado al Reino Unido de manipulación de la información.

Tensión diplomática

Sergei y Yulia Skripal, de 66 y 33 años, fueron hallados en el banco de un centro comercial envenenados mediante el uso de un agente nervioso muy similar al Novichok, una sustancia desarrollada por la Unión Soviética entre 1970 y 1980.

Durante el mes de marzo avanzaron las investigaciones y se conocieron las características de este agente nervioso, fue entonces cuando comenzaron las acusaciones. Theresa May, Primera Ministra Británica, afirmó en el Parlamento Británico que consideraba probable la implicación de Rusia en el ataque, mientras que el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia tildó las declaraciones de May de "provocación".

Gran Bretaña expulsó a diplomáticos rusos

Como condena, Gran Bretaña expulsó a finales de marzo a 23 diplomáticos rusos, entrando las relaciones de ambos países en una situación de tirantez que no se daba desde la Guerra Fría. A esta decisión se sumaron Estados Unidos, que expulsó a 60 funcionarios del país ruso, y 16 países de la Unión Europea, entre ellos España, que acordaron la salida de otros 33.

El gobierno de Vladimir Putin respondió con la expulsión del mismo número de representantes occidentales de Moscú y San Petersburgo.

En una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU en abril, Vasily Nebenzia, el embajador ruso ante las Naciones Unidas, calificó las acusaciones del gobierno británico de "horribles e infundadas", al tiempo que aseguraba que Reino Unido estaba llevando a cabo "una guerra de propaganda". Asimismo, lanzó la pregunta de por qué Rusia eliminaría a alguien con un método peligroso y "altamente público", a lo que la embajadora británica, Karen Pierce, respondía que Rusia posee "un historial de asesinatos patrocinados por el estado".

Maria Zajarova ha sido citada hoy por la agencia de prensa pública TASS y ha acusado una vez más al Reino Unido de "manipular información".