Un avión fue forzado a hacer un aterrizaje de emergencia en Perú y otros dos fueron forzados a regresar a aeropuertos en Chile debido a una serie de amenazas de bomba, informaron el jueves fuentes del sector de la aviación. Dos aviones operados por Sky Airlines, con destino a Chile, con destino a Rosario, Argentina, y a la ciudad de Calama, en el norte de Chile, regresaron a Santiago sin incidentes.

La agencia de aviación civil de Chile fue la que informó

La agencia de aviación civil de Chile informó a la agencia de noticias Associated Press que los tres aviones fueron inspeccionados y se determinó que no había explosivos a bordo.

También el jueves, un avión de la empresa alemana Condor, con unos 250 pasajeros, procedente de Egipto y con destino a Alemania, aterrizó de emergencia en Creta, en el sur de Grecia, tras una alerta de bomba, informó la policía.

"El piloto pidió a la torre de control del aeropuerto de Cannée aterrizar de emergencia, después de haber recibido informaciones que indicaban que existían aparatos explosivos a bordo", dijo la fuente de la policía a la agencia de noticias France-Presse.

Al parecer, las alertas eran falsas, según el diario chileno La Tercera. El Ministerio de Transportes del Perú confirmó el aterrizaje forzado del vuelo LA2369, de Latam, en el aeropuerto de Pisco, tras una alerta del Centro de Control de Tráfico Aéreo.

Un equipo de desactivación de explosivos fue movilizado para inspeccionar la aeronave. Ningún pasajero fue herido.

Pasajeros están ilesos, informa Latam

En una primera nota, Latam informó que ningún pasajero o tripulante se había herido en el aterrizaje del vuelo LA236 y que todos los protocolos operativos aeronáuticos fueron accionados.

"La Unidad de Explosivos de la Policía Nacional del Perú (UDEX) está en el Aeropuerto de Pisco haciendo una exploración en la aeronave", afirmó.

En un segundo comunicado, esta vez firmado a Latam explicó que la autoridad de Aeronáutica Civil de Chile (DGAC) fue alertada sobre las supuestas amenazas de bomba en los vuelos, entre ellos los operados por sus subsidiarias en Chile en el Perú.

El mayor Diego Rojas, de la DGAC, informó que esa agencia había recibido llamadas telefónicas sobre una amenaza de bomba en los aviones. Policías especializados examinaron una de las aeronaves, con destino a Calama, que regresó al aeropuerto. El chequeo duró 1h30, "pero no se encontró ningún elemento extraño". Los otros vuelos fueron desviados hacia Perú y Argentina. El militar indicó que había una permanente coordinación con las tripulaciones y con las compañías aéreas para adoptar las mejores medidas de prevención.