La invitación al presidente ruso, Vladimir Putin, para el matrimonio, el sábado, de la ministra de Asuntos Exteriores austríaca, Karin Kneissl, nombrada por la extrema derecha, está causando polémica en Austria. El presidente Vladimir Putin, que no deja de ser el centro de polémicas en la región europea por sus controvertidas políticas, no es ajeno a las críticas de los países de la Unión Europea.
Europarlamento carga contra la ministra
"Es una provocación de dimensión europea" y "una vergüenza para la imagen de Austria", consideró la eurodiputada del SPÖ Evelyn Reger.
Los Verdes (oposición) pidieron la dimisión inmediata de la ministra, subrayando que "Vladimir Putin es el adversario más agresivo de la UE en materia de política exterior".
Karin Kneissl, de 53 años, una independiente que fue elegida para jefe de la diplomacia por el partido de extrema derecha FPÖ, se casa el sábado con el empresario Wofgang Meilinger en una aldea cerca de Graz, en el sureste de Austria. El Kremlin confirmó el miércoles que Putin aceptó asistir al matrimonio antes de viajar a Alemania, donde al final de la tarde se reunirá con la canciller alemana, Angela Merkel, cerca de Berlín.
La visita de Putin, inicialmente anunciada como un "acontecimiento privado" por el Ministerio de Asuntos Exteriores austriaco, fue entretanto recalificada como "visita de trabajo".
El programa del presidente ruso en Austria no incluye hasta el momento ningún encuentro con la prensa. El canciller austríaco, Sebastien Kurz, del partido conservador ÖVP, y el vicecanciller, Heinz-Christian Strache, del partido de extrema derecha FPÖ, también asistirán al matrimonio.
Ucrania se une a la crítica
La invitación a Putin fue fuertemente criticada por Ucrania, que afirmó que pasa a excluir a Austria del proceso de Minsk, relativo al conflicto con los pro-rusos del este ucraniano que llevó a la anexión de Crimea por Rusia.
Ante la polémica, el Ministerio de Asuntos Exteriores austriaco aseguró que la visita de Putin "no cambiará nada en el posicionamiento de Austria en materia de política exterior".
El Partido de la Libertad de Austria (FPÖ, nacionalista) formó en diciembre una coalición de Gobierno con el Partido Popular austriaco (ÖVP, democristiano) de Kurz, un acuerdo basado en un programa fuertemente anti-inmigración. El FPÖ defiende la eliminación de las sanciones europeas impuestas a Rusia por la anexión de Crimea.