Los equipos de rescate ya han conseguido sacar a cuatro de los niños atrapados en el interior de la cueva Tham Luang, según uno de los miembros del equipo de rescate explicó a los medios de prensa. Los dos primeros niños que han salido han sido atendidos en un hospital de campaña instalado fuera de la cueva, antes de ser trasladados en helicóptero hasta un hospital de la provincia. Y dos más han salido un rato después, mientras continúa la operación dentro de la cueva para sacar los seis que aún quedan y su entrenador.
Rescate de cada niño es una verdadera odisea
Para salir de la cueva, cada niño va acompañado de dos submarinistas, uno junto suyo que comparte el tanque de oxígeno, y otro detrás vigilando. Así atravesando varios pasajes inundados antes de llegar a la cámara donde hay abastecimiento de alimentos y medicinas, justo antes del último tramo que ya les lleva a la salida de la cueva.
El bombeo constante de agua fuera de la cueva, que hace días que está en marcha, ha conseguido reducir al máximo los tramos de cueva por donde había que bucear y los equipos de rescate han aprovechado el mejor momento, cuando la lluvia había ofrecido una tregua suficientemente larga, para poner en marcha la operación. Según algunos medios, además, los médicos han decidido que los niños más débiles serían los primeros en salir.
Trece submarinistas extranjeros y cinco miembros de la unidad de élite de la marina tailandesa forman parte del equipo de rescate que trata de sacar a los niños de la cueva inundada uno a uno a través de los túneles submarinos. La operación para rescatar a los 12 niños y su entrenador atrapados en la cueva de Tailandia ha comenzado hoy domingo a primera hora.
El reloj no juega a favor de los equipos de rescate porque tienen tres días para sacar los 12 menores atrapados y el entrenador a raíz de la previsión meteorológica, que apunta a la llegada de lluvia torrencial que haría casi imposible la operación.
Los 12 niños y el entrenador hace 15 días que están atrapados en el interior de la cueva inundada.
El rescate ha captado la atención del mundo entero y equipos expertos en rescates dentro de cuevas se han desplazado a Tailandia desde los Estados Unidos, Reino Unido, Australia y China, entre otros lugares. Este domingo, con la operación de rescate ya en marcha, el presidente de EEUU, Donald Trump, aseguró que su gobierno trabaja de cerca con el de Tailandia para conseguir sacar a los niños atrapados de la cueva.
El bombeo de agua funciona
Si hay una persona que, para muchos tailandeses, ha sido la cara visible de la crisis de la cueva de Tham Luang es Narongsak Osottanakorn, que hasta ayer era el gobernador de Chiang Rai, la región donde están atrapados los niños. Algunos lo consideran el artífice del dispositivo de rescate que encontró a los niños el pasado lunes, gracias a la coordinación con expertos internacionales.
Si bien ha sido relevado del cargo a media crisis, porque su mandato se acababa precisamente esta semana, ayer todavía dio una nueva ilusión a su pueblo.
Por primera vez el ya ex gobernador manifestó que el bombeo de agua funcionaba. Y que las condiciones para rescatar a los niños serían buenas durante los próximos días. Aunque, como todas las buenas noticias en la cueva iba ligada a otro peligro. La lluvia amainó el sábado y no se cumplieron las predicciones, pero se teme que sólo se disponga de unos tres días para rescatar a los niños, antes de que las tormentas o la falta de oxígeno hagan peligrar la operación.
El problema, sin embargo, sigue siendo el tipo de rescate que hay que llevar a cabo.
Se ha vuelto a tener en cuenta la posibilidad de hacer un túnel desde el exterior hacia el lugar donde están los niños. Circulan rumores en las áreas cercanas a la cueva que hay una grieta que comunica con el interior. Esto, junto con el miedo de hacer salir los chicos buceando.