El pasado 20 de julio, la casa de gobierno estadounidense emitió una declaración en la que informaba que la cumbre bilateral con Rusia se llevaría a cabo con en los meses de otoño. Días después, se retracta y pospone la reunión para el 2019 con el fin de calmar las polémicas entorno a la denominada “trama rusa”. Es por eso que el mandatario de Estados Unidos, desea que el encuentro ocurra al terminarse la investigación de la injerencia rusa en las elecciones presidenciales.

La administración espera que se esclarezcan los hechos y según palabras del asesor de seguridad nacional, las conversaciones deben realizarse luego de la llamada “caza de brujas de Rusia”, por lo que se fijaría una fecha posterior al primer trimestre de 2019.

En la misma tónica, la portavoz Sarah Carter confesó las intenciones del presidente de invitar al jefe de estado ruso al país.

Consecuencias tras Helsinki

La reunión suscitada en Finlandia el pasado 16 de julio, dejó un rastro de reacciones y acuerdos. Según fuentes de los grupos de seguridad, se tenía como mira principal la de sostener el diálogo entre USA y Rusia, por eso se anunció la nueva reunión que finalmente se pospuso. Aunado a eso, la polémica generada por las declaraciones de Donald Trump, al depositar su confianza en Rusia en vez de en sus cuerpos de inteligencia, irritó a la comunidad.

Todos los estratos de la esfera política emitieron distintas declaraciones y el partido republicano no se quedó atrás.

Rechazaron las palabras del presidente y generaron que este, las corrigiera en un intento de apaciguar las críticas, al decir que se expresó de forma incorrecta. Además, se suman las sospechas de un convenio clandestino generado tras las conversaciones privadas que ambos mandatarios sostuvieron en privado.

Investigación de la trama Rusa

El fiscal especializado Robert Mueller, recaba información desde junio de 2017, con el fin de indagar y aclarar la posible intervención del estado ruso en las elecciones presidenciales de 2016. Este es el resultado de la convicción de las agencias de inteligencia sobre dichas intenciones, mientras que Putin dice no querer inmiscuirse en la política de Estados Unidos.

Con base a los eventos suscitados desde 2016 y las investigaciones que siguen en pie, el secretario Pompeo hace un aviso en tono reservado a los encargados rusos, sobre los resultados negativos de meterse con el proceso democrático estadounidense.

Hace alusión a las elecciones que se realizarán en el mes de noviembre donde la población elegirá a los nuevos delegados del poder legislativo.

Apunta que está en la disposición del país ruso mantener los indicios de una posible mejora en sus relaciones, así como potenciales acuerdos que puedan beneficiar a ambos países. Todas estas declaraciones, las emitió durante una aparición en la Comisión de Relaciones Exteriores pertenecientes al Senado. Los dirigentes de los servicios de inteligencia señalaron a inicios de año la posible intervención rusa para estas elecciones.