Los bloques económicos de Europa y Estados Unidos, se sentaron en una imprevista reunión para negociar el comprometido futuro comercial de ambos. Tras las amenazas del Presidente Donald Trump, de imponer aranceles a la industria automotriz europea, Jean-Claude Juncker, comisionado europeo, viajó a la Casa Blanca a establecer un trato.

La guerra comercial que inició Estados Unidos con el que siempre ha sido su aliado político, comenzó con la imposición de aranceles al acero y al aluminio. Por su parte, Europa respondió con medidas arancelarias a productos americanos como los jeans y otros alimentos, afectando directamente a los pequeños y medianos productores de USA.

Con los ánimos caldeados, Bruselas buscó aliados para formar un frente en contra de las decisiones del gobierno de Trump, buscando aliados en Canadá y México, y forzar la apertura de una mesa de trabajo. Tras la reunión en la que no se apostaba un cambio de postura de la nación americana, según palabras de Juncker, se logró lo inesperado y se abre camino para negociaciones más amplias en materia comercial entre ambos bloques.

El freno de la amenaza comercial entre potencias

Europa y Estados unidos, sostienen relaciones comerciales por un billón de dólares y es la mayor relación comercial del mundo, acotó vía twitter el mandatario de La Casa Blanca. Tras esto, acordó frenar toda intención de aplicar nuevos aranceles a productos europeos mientras se sostengan las negociaciones, pero no se levantarán aun las barreras impuestas al acero y al aluminio.

Por su parte, el comisionado europeo también destacó vía twitter, que la Unión Europea desea diversificar su suministro de energía, viendo viable la compra de gas licuado a USA. Según nota publicada en El País, las futuras negociaciones buscarán reducir los aranceles, fortalecer la cooperación energética, dialogar sobre facilidades de comercio y la reforma de la Organización Mundial de Comercio.

El cese de las cargas arancelarias también se extiende a México y Canadá, países que buscan negociar la reforma del Tratado de Libre Comercio del Atlántico Norte.

Una Europa poco confiada y unos EUA preocupados

Tras este revuelo comercial, muchos sectores políticos y económicos de Estados Unidos, no ven con buenos ojos las decisiones proteccionistas tomadas por Donald Trump.

El propio partido republicano a través de voceros como Paul Ryan, líder de la cámara de representantes, acotan que no se están dando una respuesta adecuada a la delicada situación.

El senador de Nebraska Ben Sasse, fue un duro crítico de la actuación de Trump al salir al rescate de los agricultores afectados por esta guerra comercial, afirmando que, Estados Unidos no volverá a ser la gran nación con decisiones de tal magnitud.

Por su parte, la industria Alemana, la más afectada en esta situación, se muestra cautelosa ante las pretensiones estadounidenses. Insisten que pese a las negociaciones, la imposición de nuevos aranceles no está fuera de la mesa, y que la Unión Europea no debe dar concesiones. Recordemos que Alemania representa una de las economías más influyentes de la organización europea.