Después de que el encuentro entre Vladimir Putin y Donald Trump en Washington fue aplazado para el próximo año debido a las investigaciones sobre las supuestas interferencias rusas en las elecciones presidenciales de 2016, el presidente ruso anunció este viernes que hizo una invitación al presidente estadounidense a una reunión en Moscú.
Putin hablaba a los periodistas en Johannesburgo, Sudáfrica, donde está en la décima cumbre de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). Después de anunciar la invitación, el líder ruso no olvidó la visita a la Casa Blanca.
"Estoy listo para ir a Washington", agregó, añadiendo que las condiciones "tienen que ser las mejores" en el momento en que la visita se realice.
El presidente ruso subrayó que las llamadas telefónicas entre Moscú y Washington "no fueron suficientes" y que "ambos lados necesitan encontrarse para hablar sobre problemas como el acuerdo nuclear con Irán, los conflictos en Oriente Medio y los acuerdos de control de armas ".
Desde que tomó posesión en enero de 2017, Donald Trump se ha mostrado un frenético y ambicioso jugador, pero de habilidad dudosa en la conducción de los negocios extranjeros. Cada pío el presidente suena como un huracán capaz de desestabilizar el equilibrio del sistema internacional.
En la secuencia de decisiones polémicas, como el corte drástico en el presupuesto de la ONU, Trump protagonizó en la semana del 10 al 16 de julio episodios que muestran su disposición a desmontar décadas de política exterior estadounidense. La estrategia concebida por el presidente Trump de ataques frontales a las instituciones occidentales parece no dejar dudas de que Washington está dispuesta a contribuir al reordenamiento mundial hacia las ambiciones de los principales enemigos de Occidente.
Oportunidad perdida
En la tan esperada reunión de cumbre con Vladimir Putin en Helsinki, Finlandia, la primera desde el azar de las relaciones entre Estados Unidos y Rusia por la anexión ilegal de Crimea en 2014, Trump optó por abrazar al enemigo y demonizar a los aliados.
¿Quién esperaba que Putin se enfrentaría a Trump debido a la supuesta interferencia rusa en la elección de 2016?
Incluso ante evidencias divulgadas por los servicios de inteligencia y agencias de información la semana anterior, Trump prefirió creer en la palabra de Putin. En la rueda de prensa que sucedió a la reunión entre los dos líderes, de puertas cerradas y que duró más de dos horas.
Con la ayuda de Trump
Cuando el actual mandato de Vladimir Putin termine, en 2024, el presidente ruso se quedará más de 25 años al frente del comando del país. Desde que asumió el cargo de primer ministro de Boris Yeltsin en agosto de 1999, Putin ha dirigido sus esfuerzos dentro y fuera del hogar para restaurar el estado de poder de Rusia.
El líder ruso se consagró al frente de un movimiento nacionalista conservador que lucha contra el decadente Occidente.
Una narrativa que agrega valores de la cultura euroasiática fue estructurada por el Kremlin para rescatar la tradición autoritaria del país en sustitución del intento frustrado de transición del comunismo hacia la democracia liberal.