Luego de la cumbre de Helsinki, en la que tuvo lugar el encuentro entre Donald Trump (presidente de los Estados Unidos de Norteamérica) y Vladimir Putin (presidente de Rusia), Trump quiere un nuevo encuentro y ha propuesto a la propia Casa Blanca como epicentro.
Tras la reunión en tierras finlandesas, se evidenció un acercamiento de la política exterior norteamericana hacia Rusia. Las relaciones bilaterales entre ambas potencias llegaron a su punto más bajo a finales de 2016. Lo anterior fue ocasionado por las acusaciones que esgrimieran las agencias de inteligencia norteamericanas hacia el gobierno ruso, por la supuesta injerencia de este último en las elecciones presidenciales de 2016.
La reunión entre los dirigentes de ambas potencias tiene como fecha tentativa el mes de octubre de este año, lo cual, de ocurrir coincidiría con la realización de las elecciones legislativas en EEUU, previstas para el 6 de noviembre.
La intriga sobre lo discutido en Helsinki
Para no dejar sombra de dudas en cuanto a sus intenciones, Trump ha comentado en su cuenta Twitter: “Estoy deseando nuestro segundo encuentro de modo que podamos empezar a implementar algunas de las muchas cosas discutidas”. No obstante, el gobierno ruso se ha mantenido hermético con respecto a pronunciarse con la posibilidad de dicho encuentro.
El anuncio de la cumbre propuesta por el gabinete ejecutivo de Trump fue una verdadera sorpresa.
Quizás el mayor sorprendido haya sido el director de la Comunidad de Inteligencia de los Estados Unidos, Dan Coats, quien conoció la noticia durante una entrevista en vivo, ofrecida para la cadena MSNBC. Ante el anuncio, Coast fue bastante parco y apenas señaló "eso va a ser especial".
En el encuentro planteado, el mandatario norteamericano anuncia que planea continuar con los temas discutido en Helsinki.
No obstante, a la fecha se desconoce lo ocurrido y conversado en dicha cumbre, pues sólo participaron los mandatarios con sus respectivos traductores.
Sin embargo, comienzan a aparecer señales de lo discutido a puerta cerrada, pues, nuevamente a través de su medio de comunicación predilecto, el presidente Trump ha señalado: “…Espero con interés nuestra segunda reunión para poder comenzar a implementar algunas de las muchas cosas discutidas, que incluyen detener el terrorismo, la seguridad para Israel y la nuclear”.
Las agencias de inteligencia en un segundo plano
El tema de la eventual visita de Putin a Washington comienza a generar una fuerte polémica en suelo norteamericano. De ocurrir tal reunión, los cuerpos de inteligencia quedarían en segundo plano, pues explícitamente Trump estaría resaltando la figura de Putin como un aliado, en contraposición a todos los informes elaborados por sus agencias de inteligencia.
Por lo pronto, no queda más que esperar la reacción y respuesta del Kremlin, de si aceptará la invitación propuesta por la Casa Blanca, que de realizarse supondría un verdadero hito en las relaciones diplomáticas de ambas naciones.