Con un plaga de 140 millones de ratones, compara Greenpeace la situación del escape de los 690.000 salmones desde el centro de piscicultura perteneciente a la empresa Marine Harvest, ocurrido en las aguas de la Región de Los Lagos de Chile. Señalan los voceros de la organización ecologista que lo más grave es que solo se ha podido recuperar el 5,5% los salmones escapados.
Consideran que esta cifra de recaptura es un total fracaso que demuestra la incapacidad de la empresa para reparar el daño ambiental que han generado. Aseguran que es una alarmante situación y que a su parecer es irreversible.
La opinión de Greenpeace
Según Greenpeace, son casi dos toneladas de antibióticos las que se dispersaron con los salmones fugados de la granja, y esto representa la cantidad de antibióticos que usaría toda la industria de la pisciultura Noruega durante un periodo de cuatro años. La cantidad también es equiparable a un cuarto de los antibióticos que pueden consumir los habitantes de la Región Los Lagos durante un año.
Por otra parte, la gran cantidad de salmones escapados se constituyen en una masa depredadora de una gran cantidad de peces y mariscos nativos de la región. Señalan que un solo año estos salmones podrían devorar el equivalente al consumo anual de pescados y mariscos de unos 230.000 chilenos, o lo que sería el equivalente a todo un mes de la pesca artesanal en la Región de Magallanes.
Al parecer, no se conoce la transcendecia real del daño que se ocasionado con este escape. En los Estados Unidos, una fuga de salmones mucho menor, representada por 200.000 salmones, marcó la suerte de la industria del salmón en ese país. Asegura Estefanía González, coordinadora de océanos de Greenpeace que la reacción de las autoridades chilenas sería totalmente distinta si fuese el caso de los 140 millones de ratones sueltos por las calles de Santiago y no como ocurre con los salmones que están bajo el agua en el océano de la Región de Los lagos.
Los antibióticos en la industria de salmón
Especialistas del Centro de Investigación y Desarrollo de Recursos y Ambientes Costero perteneciente a la Universidad de Los Lagos, señalan que los salmones escapados recibieron un tratamiento con Florfenicol, un antibiótico que al igual que la Oxitetraciclina son los dos bacteriostáticos más empleados en industria del salmón.
Estos compuestos, sirven para el tratamiento de las infecciones de salmón ocasionadas por la bacteria Piscirickettsia salmonis. Los antibacterianos son administrados con la dieta durante algunos días o a través de una inyección intraperitoneal.
Durante el 2017, en Chile se emplearon una 394 toneladas de antibióticos, de los cuales 95% aproximadamente fue administrado en la fase de agua de mar. Una alta proporcion de estos antimicrobianos no son absorbidos por los peces, siendo liberados al ambiente marino con la orina y las heces fecales. Esto puede ocasionar efectos perjudiciales sobre el ecosistema marino y acarrear consecuencias negativas para la salud pública, debido a la repercusión sobre la resistencia a antibióticos.