El paludismo o Malaria, es una enfermedad parasitaria causada por un protozoario del género Plasmodium. Existen 4 especies en este género, P. vivax, P. ovale, P. malariae y P. falciparum; de los cuatro, este último es el que produce paludismo con mayor severidad.

Epidemiología

La enfermedad es transmitida por la picadura de un mosquito hemátofago del género Anopheles spp., infectado con el parásito. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el año 2013 hubo 198 millones de casos de malaria en el mundo, con al menos 584.000 fallecimientos por esta causa, ocurriendo la mayoría de los decesos en niños de menores de 5 años provenientes del África subsahariana.

Entre las áreas geográficas catalogadas como zonas de riesgo para esta enfermedad se encuentran, todo el continente africano, Centro y Sudamérica, algunos países del Caribe, Asia, Europa del Este y el Pacifico Sur.

Los síntomas de la malaria

Los síntomas comunes del paludismo o malaria normalmente aparecen entre de 10 y 15 después de la infección y son inespecíficos, es decir, que puede confundirse con cualquier enfermedad: fiebre, dolor de cabeza, escalofríos y vómitos.

Aunque inicialmente los síntomas pueden ser leves, si no se administra el tratamiento correspondiente, puede evolucionar a una forma grave de enfermedad que puede llegar a ser mortal.

Prevención y control

La prevención de la enfermedad consiste fundamentalmente en el control de los mosquitos vectores del género Anopheles, y evitar la picadura por estos insectos mediante el uso de ropa adecuada, la aplicación de repelentes, la colocación de mallas contra insectos en las viviendas y el uso de mosquiteros en zonas de alto riesgo.

Situación actual

En Venezuela, la ausencia de medidas de control de las poblaciones de anofelinos y la invasión de espacios vírgenes para la minería de oro, han contribuido de manera determinante en las cifras de morbilidad para esta parasitosis; por su parte, la falta de medicamentos específicos contra el Plasmodium y las carencias generales de alimentos que vive la población venezolana se suman a esta catastrófica ecuación, favoreciendo un aumento importante en las cifras de mortalidad por esta causa.

Las ineficientes políticas sanitarias en el país sudamericano, han conllevado a un desmoronamiento de la salud pública; se observa cómo muchas enfermedades que fueron controladas en décadas anteriores, hoy día han presentado un repunte importante en el número de casos.

En el caso particular del paludismo, para el 2012 comenzó a reflejarse un ligero aumento en su incidencia anual, sin embargo, desde el año 2013 ha manifestado un crecimiento marcado y sostenido, alcanzado cifras más altas que las observadas antes del uso del DDT en el control del vector de esta enfermedad en el año 1945.

Venezuela es el país del continente americano con el mayor número de casos de malaria por P. falciprum, al registrar durante el año 2016 con 62.034 casos, seguido por Colombia y Haití. Las cifras reales de mortalidad por paludismo siguen guardadas en algún archivador de un ente gubernamental, o peor aún, son totalmente desconocidas.