El llamado Grupo de Lima ha reiterado su descontento con la Asamblea Constituyente venezolana, integrada únicamente por parlamentarios chavistas-maduristas, y ratificaron su total e irrestricto apoyo a la Asamblea Nacional electa en el mes de abril del año 2016.

Igualmente, los 12 países que conforman este grupo, reafirmaron su intención de solicitar la aplicación de la Carta Democrática Interamericana a ese país, instrumento creado con el objeto de restablecer el orden democrático en las Naciones integrantes de la OEA.

En su reciente comunicado el Grupo refirió que La Asamblea Constituyente, al asumir de manera ilegitima las atribuciones, competencias y labores que le corresponden al Parlamento legítimamente electo con mayoría opositora, ha perpetrado una ruptura del orden democrático y del hilo constitucional en Venezuela.

Los integrantes del grupo de Lima

Este grupo está conformado por 12 países que apoyan el restablecimiento de la democracia en Venezuela y que han señalado su descontento con el accionar de la Asamblea Constituyente; estas naciones son: Colombia, Brasil, Perú, Argentina, Paraguay, Chile, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá y Canadá.

Algunas intervenciones de la reunión

Jorge Faurie, quien actualmente funge como ministro de Relaciones Exteriores de Argentina, señaló que la intención de la reunión del grupo es ayudar a los venezolanos, a solventar la crisis que se ha desbordado por toda la región y que el grupo está comprometido con lograr un cambio de gobierno en Venezuela.

Por su parte, Néstor Popolizio, encargado del ministerio de Relaciones Exteriores del Perú mencionó que unas elecciones sin transparencia, sin justicia, sin libertad, sin la participación de los partidos opositores y con las cárceles repletas de presos políticos, no deben ni pueden llamarse elecciones.

La participación de los Estados Unidos

Aunque Estados Unidos no forma parte del Grupo de Lima, participó en la sesión organizada por los países integrantes del grupo.

En su comunicado, los representantes del Departamento de Estado de la Nacion norteamericana, señalaron que la toma de poderes llevada a cabo por los constituyentes adeptos al régimen chavista-madurista, evidentemente es una estrategia orquestada por el gobierno dictatorial de Maduro con el objeto de usurpar las funciones que corresponden a la legítima Asamblea Nacional, democráticamente electa por el pueblo venezolano.

Catalogaron a la Constituyente como "un comité autoritario" que actúa al margen de la ley y reafirmaron, la legalidad de la Asamblea Nacional como único ente legislativo de ese país".

Finalizaron su comunicación señalando que mientras el régimen de Nicolás Maduro continúe ejerciendo el poder de manera dictatorial y autoritaria, el gobierno dirigido por Donald Trump pondrá todo el poder económico y diplomático que este a su alcance para dar todo apoyo al pueblo de Venezuela en su intento de restaurar su democracia.