Según el periódico norteamericano Boston Globe, los tuits que publica el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en su cuenta oficial de Twitter, no están todos escritos por él. Esto no sería noticia, pues la mayoría de personajes célebres utilizan a otras personas para mantener al día las redes sociales. Lo llamativo en el caso de Trump, según el diario, es que sus colaboradores introducen intencionadamente errores gramaticales, para que los lectores no se percaten de que no los ha escrito él mismo.

Según parece, Donald Trump es “propenso” a cometer este tipo de deslices cuando escribe, lo que ha llevado a sus asesores a recomendar que se simule su “peculiar estilo” literario.

De esta manera, los tuits parecerían estar escritos por la propia mano del presidente americano y no por alguien del personal adscrito a su servicio.

Frases sin acabar y errores ortográficos

La investigación llevada a cabo por el diario americano menciona, por ejemplo, que los colaboradores del jefe de la Casa Blanca introducen conscientemente más signos de admiración de lo recomendable o utilizan a veces una sintaxis y gramática confusa. Igualmente, también dejan frases sin acabar o introducen errores ortográficos, como le ocurre en algunas ocasiones a Donald Trump.

El Boston Globe señaló que cuando el presidente no redacta los tuits personalmente, sus asistentes le facilitan algunos borradores de muestra para que elija los que deben publicar en su cuenta.

Trump selecciona alguno y, ocasionalmente, los editan con su “personal sello distintivo”.

Sospechas desde la campaña electoral

Se sospechaba desde hacia tiempo que muchos tuits era escritos por su equipo, concretamente desde el comienzo de la campaña electoral que le llevó a ser presidente de la nación más poderosa del mundo.

Todo esto forma parte de un proceso que no es tan espontáneo como muchas personas pueden creer cuando leen uno de sus llamativos tuits.

En aquellos días se comprobó que algunos mensajes que enviaba Donald Trump anunciando eventos estaban enviados desde un iphone. Por otro lado, los realizados durante la madrugada, en un tono más agresivo, se escribían en un teléfono con sistema Android.

Por lo que ahora parece, según las fuentes de la Casa Blanca consultadas por el Boston Globe, las teóricas salidas de tono que ha protagonizado Donald Trump a lo largo de su historia en Twitter, no son improvisadas. Realmente, antes de su publicación han sido previamente sopesadas por el equipo de comunicación del presidente norteamericano, aunque contengan supuestos errores fruto de la vehemencia del momento.