El presidente Donald Trump decidió atacar Siria el viernes por la noche, y esto podría incurrir en algunas consecuencias, entre ellas puede ser el riesgo de entrar en una guerra con Rusia. El martes por la noche, el embajador de Rusia en Líbano dijo que el ejército ruso podría derribar cualquier misil lanzado contra Siria e incluso tomar represalias contra los aviones o barcos que disparen las armas. Pero, hasta el momento, ningún estadounidense resultó herido tras el ataque.

Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia

El ejército de Estados Unidos, apoyado por Gran Bretaña y Francia, lanzó ataques contra objetivos claves del gobierno en Siria, casi una semana después de que el régimen de Assad fue acusado de usar armas químicas en Ghouta Oriental.

"Las naciones de Gran Bretaña, Francia y los Estados Unidos de América han unido su poder contra la barbarie y la brutalidad", dijo el presidente Donald Trump a través de un comunicado el viernes por la noche, juzgando a Rusia e Irán por su apoyo al régimen sirio. Las fuerzas de la coalición británica, estadounidense y francesa llevaron a cabo los ataques contra Siria durante la noche del viernes 13 de abril.

Tres puntos claves para el ataque

Los ataques se produjeron después de que la primera ministra Theresa May dijera que era "correcto y legal" ordenar ataques con misiles de crucero a Siria, tras el ataque químico reciente contra civiles.

El general Joseph Dunford, presidente de los jefes de estado mayor, dijo que se apuntaron tres instalaciones: la primera, un centro de investigación científica en el área de Damasco; la segunda fue una instalación de almacenamiento de armas químicas al oeste de Homs, que según dijo los EE.UU. era la ubicación principal del sarín sirio; y la tercera, otra instalación de almacenamiento de equipos de armas químicas y puesto de comando.

El objetivo del ataque nocturno era disuadir a las autoridades sirias del uso posterior de armas químicas y enviar un mensaje al mundo entero de que era inaceptable utilizar tales armas. Las fuerzas militares británicas y francesas se habían unido a la campaña estadounidense en respuesta a los "crímenes malvados y despreciables de un monstruo", según dijo el presidente Donald Trump.

El ataque de Estados Unidos

Washington y Moscú han tenido algunas visitas cercanas en Siria, pero hasta ahora no habían tenido un altercado serio.

Hace casi un año, Trump decidió lanzar un ataque militar contra Siria como respuesta a un ataque con armas químicas ordenado por Assad en el norte de Siria, controlado por los rebeldes.

Estados Unidos disparó 59 misiles Tomahawk en la base aérea de al-Shayrat, donde Assad había lanzado el ataque químico el 4 de abril de 2017, que mató a más de 80 personas. Para ese momento, los ataques no provocaron una reacción significativa por parte de Rusia.