El proceso judicial contra el tenedor de libros Oskar Groening ha sido visto como uno de los últimos grandes juicios por el Holocausto. La fiscal de Hannover, Kathrin Soefker, dice que un abogado informó a su oficina que Oskar Groening murió el viernes en un hospital. Soefker dice que la oficina está esperando un certificado de defunción oficial. El abogado, Hans Holtermann, no respondió de inmediato a una solicitud de confirmación.
El "contador de Auschwitz"
Groening trabajó como contable en Auschwitz. Cuando un prisionero era asesinado o utilizado como mano de obra esclava, el contable se encargaba de clasificar sus pertenencias y de contar su dinero para enviarlo a sus superiores nazis en Berlín.
En su juicio dijo que fue testigo de atrocidades individuales, pero no reconoció haber participado en ningún crimen.
Groening, quien es físicamente frágil, ha dicho que era un nazi entusiasta cuando fue enviado a trabajar a Auschwitz en 1942, a la edad de 21 años. En 2015, los fiscales argumentaron que aunque Groening no mató a nadie mientras trabajaba en Auschwitz, en la Polonia ocupada por los nazis apoyó al régimen responsable del asesinato masivo clasificando los billetes incautados en los trenes llenos de judíos que llegaban. Fue declarado culpable en julio de 2015 de ser cómplice de los asesinatos de 300,000 personas en el campo de concentración y sentenciado a cuatro años de prisión.
Rechazo de indulto
Los fiscales habían rechazado la solicitud de Groening de un indulto por razones de salud. Tras un examen, un médico de la corte determinó el año pasado que podía cumplir su sentencia, a condición de que se le proporcionara la atención médica necesaria, pero nunca fue encarcelado.
Nunca comenzó a cumplir su condena porque su abogado apeló el veredicto, aunque el Tribunal Supremo Federal confirmó en noviembre de 2017 la sentencia de 2015, y desde entonces hubo demora en el traslado de los archivos, dijo Kathrin Soefker, portavoz de los fiscales en Hannover.
De acuerdo con la anterior legislación, el perfil de Groening no calificaba para un juicio, según habían determinado las autoridades alemanas tras largas investigaciones criminales que datan de los años setenta.
Pero la base legal para enjuiciar a los ex nazis cambió en 2011 con la condena del ex guardia del campo de la muerte John Demjanjuk, basándose únicamente en que había trabajado en el campo de de exterminio de Sobibor en la Polonia ocupada. Muchos alemanes quieren trazar una línea entre el antes y el después del Holocausto y en su lugar enfocarse en la identidad democrática de la posguerra del país.