“Nadie va a permitir que esas elecciones se lleven adelante y vamos a generar una herida de la que no se va a recuperar (el gobierno de Nicolás Maduro)”, han sido parte de las palabras Roderick Navarro, uno de los líderes de la resistencia en Venezuela, durante una alocución difundida a través de YouTube, donde ha invitado a la desestabilización de la campaña presidencial en Venezuela, por considerarla un proceso fraudulento, llevado a cabo por la administración chavista, catalogada por muchos como una dictadura que ha violado los derechos fundamentales de la población.

El también coordinador del movimiento Rumbo Libertad, una agrupación de derecha que se ha negado a pactar con el gobierno comunista, ha dicho que se demostrará que las fuerzas del orden público no tendrán la capacidad de enfrentarse a una población organizada y además prometió hacer ver que el chavismo no cuenta con apoyo popular. De igual forma dijo que evidenciarán que “los seguidores de la MUD (coalición de partidos de oposición), no son tantos”, en referencia al descontento de los ciudadanos con los partidos de la oposición, que han decidido establecer una ruta electoral pactada con Nicolás Maduro.

El anuncio de Navarro tiene lugar en un momento en el que una parte de los partidos políticos de oposición han decidido abstenerse de participar oficialmente en las elecciones y se han agrupado en un frente amplio con el chavismo descontento.

Otro sector de los adversarios electorales al partido socialista de gobierno, decidió acompañar a Maduro en unos comicios desconocidos por la comunidad internacional, que han sido señalados como fraudulentos y a los que la ONU se negó a asistir “por no contar con las suficientes condiciones y garantías” para su realización.

Los candidatos

Además del presidente en el poder, Nicolás Maduro, sobre quien pesa una denuncia por crímenes de lesa humanidad en La Haya y sanciones a su gobierno por utilizar el aparato estatal como logística para el narcotráfico y el terrorismo, se encuentran Henri Falcón; un militar chavista que se retiró del Partido Socialista Unido de Venezuela, conocido por sus vínculos cercanos con el poder central y por sus peticiones a la comunidad internacional para que no se apliquen sanciones al gobierno de Venezuela.

Falcón se define como un “chavista light” y promete regalar tarjetas de poco más de 20 Euros si llegara a ser electo como presidente, aunque según los estudios de opinión, su popularidad no superaría el 3,5%, contra un 13,7% que tendría Maduro, según la firma Meganálisis. Otros candidatos se encontrarían aún por debajo de Falcón en intención de voto, entre los que se encuentran el pastor evangélico Javier Bertucci, conocido también por sus negocios con el chavismo y otras operaciones turbias expuestas en el escándalo de los Panama Papers.

Ni diálogo ni elecciones

Según estudios realizados por distintas consultoras de opinión pública, las abstención superaría el 60%, como lo describe Meganálisis en su último informe.

Por otra parte, un estudio de Venezuela Futura reflejó que más del 90% de los ciudadanos cree que para salir de Maduro es necesario aplicar la desobediencia civil, en contraposición a lo planteado por los partidos políticos, que aseguran llegar a acuerdos con el gobierno a través de procesos de diálogos y elecciones.

Pese al desconocimiento de la comunidad internacional al proceso electoral, los candidatos insisten en presentarse en los comicios, con el argumento de conseguir la oportunidad de ganarle las elecciones a Nicolás Maduro, perteneciente al partido con el que comulgan todas las rectoras del Consejo Nacional Electoral, responsables del conteo de votos, auditorías, ofrecimiento de resultados y recepción de impugnaciones; las mismas que han llevado a cabo los procesos de elección que han sido criticados, impugnados y desconocidos, pero a los que la oposición sigue avalando de manera consecuente.