En estos últimos años se podría decir que las redes sociales han llegado a su clímax. Mucha gente se lucra ahora de la innovación y libertad que brinda Internet, aunque la tendencia sea al populismo. Como consecuencia, ya no se diferencia entre noticias y publicidad, y lo que constituye una fuente fiable.

Ejemplos claros de este peligro han sido las elecciones presidenciales de Estados Unidos en 2016, el referéndum sobre el Brexit en Reino Unido o la independencia de Cataluña en España. Pero esta dinámica no parece acabar y cada vez está más asumido, extendido y normalizado.

Manipulación mediática: facilita amañar los procesos electorales en América Latina

El Foro Económico Mundial y El País en Brasil ponen en tela de juicio la mala gestión de la información en América Latina para el desarrollo de sus economías.

Este año son las elecciones de Colombia, México y Brasil, y cada vez es más difícil saber con certeza lo que está ocurriendo en estos países y con sus gobiernos. Las redes sociales, en vez de servir como refuerzo y apoyo para la gente que quiere estar al corriente de la actualidad a cada momento, está amenazando la autoridad moral y creando un círculo vicioso de sensacionalismo y desinformación.

Un estudio reciente del MIT comprobó que en Twitter las noticias falsas se difunden más rápidamente que las que son verdad, y muchos afirman que la educación es un factor crucial para frenar este escenario.

Algunos medios de comunicación tienen vetada la publicación de noticias en Facebook u otras redes para no promover la libre circulación de noticias falsas. Está en las manos de cada persona comprobar para corroborar la información que le llega antes de pasarla descontroladamente creando a su vez juicios propios.

YouTube contra las teorías conspiracionistas

Por otra parte, varios legisladores y grupos de defensa de los medios de comunicación han pedido a YouTube no promover esta tendencia de conspiraciones y bulos, y así lo ha hecho reajustando su plataforma. Ahora habrá información adicional y enlaces a páginas como Wikipedia (aunque esta tampoco se libre de noticias inventadas) y demás fuentes de información para complementar ciertos vídeos.

The Guardian ha citado el caso del tiroteo en una escuela de Parkland como culmen, después de ver correr la noticia de que los supervivientes eran actores.

El caso de Gabriel Cruz saca a relucir la falta de tacto de la prensa en España

Como último ejemplo, y mucho más reciente y cercano. Dejando a un lado la injusticia del desagradable caso de Ana Julia en estos recientes días, la prensa no ha servido de ayuda, llegando a obstaculizar la investigación policial. Como ya aclaró la abogada de Ana Julia, muchos medios de comunicación informaron que el niño atacó previamente a la acusada con un hacha, y esto es ciertamente falso.

Además de perjudicar la memoria del pequeño y entorpecer el duelo de sus seres queridos, este tipo de noticias abren debates que enfrentan a la gente y cuestionan las historias, impidiendo que el proceso judicial siga su curso con normalidad.

La pasada noche, en el programa de “Desaparecidos” de TVE, los padres de Gabriel Cruz agradecieron todo el apoyo de la gente que tanto se ha involucrado y les ha mandado su afecto desde todas partes. Pero, a pesar de la amenaza que suponía la acusada, ellos sabían, en conjunto con los investigadores de la policía, que había que actuar con discreción.

La prensa ha seguido y señalado con el dedo al culpable sin pensar en posibles desenlaces alternativos. Esperemos que al menos sirva como precedente para que esto no se repita más.