Para los días siguientes a la semana santa, el gobierno de Colombia tiene previsto realizar un censo para cuantificar a los venezolanos que han ingresado el país en busca de una mejor calidad de vida. El anuncio fue hecho por la canciller del país, María Angela Holguín, quien ha dicho tener la disposición de brindar la protección necesaria a quienes ingresan a su territorio por causas humanitarias.

"Vamos a empezar el registro de todos los venezolanos que están en Colombia, precisamente para poder darles ese estatus de migrantes y evitarnos el estatus de refugio porque queremos que los venezolanos se integren a Colombia", ha dicho Holguín, quien además ha señalado que los asuntos migratorios llamarían la atención de su gobierno, ya que afectarían a las personas, empresas e instituciones.

El gobierno de Juan Manuel Santos busca replantearse una estrategia migratoria que le permita atender un problema calificado por su administración como inédito, por lo que Bogotá espera actualizar la valoración de servicios que se presta en materia de salud, educación y protección a los menores de edad, según ha comentado Holguín.

Colombianos de vuelta a casa

Durante muchos años, el flujo de migrantes de Colombia a Venezuela superaba al de venezolanos con intención de mudarse al país vecino, sin embargo, durante la última década la situación ha cambiado a un ritmo acelerado, que ha roto récords durante el último par de años.

No solo los venezolanos quieren salir de su país, sino que los colombianos que residían en Venezuela están buscando la manera de volver al suyo, tras ver como en Venezuela se imposibilita cada día vivir con las condiciones mínimas de bienestar.

Amparo Gómez, natural de Barranquilla se mudó hace 28 años a Caracas, donde trabajó como empleada doméstica y dice que lo hizo buscando mejores oportunidades. “Yo me vine a Venezuela para poder mantener a mis hijos (…) con lo que aquí ganaba mandaba dinero para que estudiaran y me los pude traer (a Venezuela)”. Sin embargo hoy asegura que se encuentran atascados y sin posibilidad de regresar a su país natal, debido a que no cuentan con la posibilidad de pagar los pasajes por tierra.

En Venezuela sufren todos

Trabajar y ganar dinero suficiente para comprar dos kilos de pollo al mes, hacer largas filas para conseguir dinero en efectivo equivalente a €1.12 y enfrentarse a una situación de violencia incomparable con la de cualquier otro país de América, entre otras penurias, hacen que los venezolanos adopten medidas extremas para subsistir a un drama que se intensifica a diario.

Las conversaciones recurrentes entre los ciudadanos versan sobre la emisión de documentos de viaje, destinos frecuentes para establecerse y algún tipo de actividades laborales con las que puedan conseguir dinero para hacerse de un pasaje que les permita abandonar el país, mientras que el partido en el poder insiste en la consolidación del modelo económico diseñado por Hugo Chávez, inspirado en el comunismo cubano.

Se calcula que un 10% de la población, especialmente con grado profesional se ha ido del país en la última década, siendo recibidos en su mayoría como refugiados o asilados en países de América Latina, Europa y Estados Unidos, donde muchos de ellos han iniciado una nueva vida, y se estima que de no ponérsele fin al gobierno de Nicolás Maduro, la urgencia de millones más será abandonar su nación en búsqueda de condiciones de vida que no tienen en Venezuela.