En una rara declaración pública, el papa emérito Benedicto XVI ha dicho que se está volviendo cada vez más frágil, pero que está en paz con la perspectiva de la muerte. Benedicto XVI se convirtió en el primer Papa, en 600 años, que renunciaba a la sede de San Pedro. Esa decisión la tomó en febrero de 2013.

El papa Benedicto expresó que estaba profundamente conmovido de que tantos lectores quisieran saber cómo estaba pasando el último período de su vida. Todo esto lo escribió en la carta, que el periódico imprimió en su primera página del miércoles.

Explicó en la carta que con la lenta disminución de sus fuerzas físicas, estaba peregrinando hacia su hogar, y que era un gran regalo para él estar rodeado, en el último tramo de su camino, por bastante amor y buena voluntad. Escribió la carta cuando se aproxima el quinto aniversario de su histórica renuncia.

Su papado estuvo rodeado de controversias

Su papado fue perseguido por una serie de crisis y controversias, sobre temas que van desde el abuso generalizado de niños, por sacerdotes católicos, a las actitudes de la Iglesia hacia el Islam y la homosexualidad. El hombre de 90 años escribió una carta al Corriere della Sera, uno de los principales diarios de Italia, en respuesta a las preguntas de los lectores sobre su salud y estado de ánimo.

La carta, marcada como urgente, fue entregada a las oficinas del periódico en Roma, desde la casa de Benedicto XVI.

Una decisión que pocos se esperaban

Benedicto sorprendió al mundo, incluyendo a la Iglesia Católica Romana y sus confidentes más cercanos dentro del Vaticano, cuando inesperadamente anunció su intención de renunciar.

Hizo el anuncio durante una reunión de cardenales en el Vaticano. Muchos de los cardenales no entendieron de inmediato lo que él había dicho, pero las noticias fueron recogidas por un corresponsal puntiagudo de una agencia de noticias italiana, que estaba bien versada en latín y se hizo de una primicia mundial. Desde entonces, él ha estado viviendo en un antiguo monasterio, dentro de las paredes del Vaticano, a unos cientos de metros de donde vive el Papa Francisco.

Benedicto ha aparecido frágil y delgado durante sus pocas apariciones públicas en los últimos años, aunque los asistentes dicen que no ha perdido nada de su agudeza mental.

El Papa Francisco, su sucesor, fue elegido, como todos los papas, durante un cónclave secreto de cardenales que se reunieron en la Capilla Sixtina. Él es el primer pontífice no europeo en 1.300 años, el primer Papa jesuita y el primero de las Américas.