A lo largo de su carrera política, Vladimir Putin ha sido acusado en repetidas ocasiones de presentar una doble moral. Esto ocurrió una vez más en las últimas horas, cuando celebró públicamente el 100 aniversario de la creación de la Cheka, organismo que supo ser precursor de la famosa y temida KGB soviética. Cabe recordar que, en el pasado octubre (noviembre según el calendario ruso), el Presidente prácticamente ignoró el centenario de la Revolución Rusa, sin duda uno de los eventos más simbólicos de la historia de Rusia, y que sin duda la marcó a fuego.
Lev Shlosberg, político liberal ruso, sostuvo que "el hecho de que Putin haya llamado a los miembros de la Cheka patriotas y servidores de la patria, es una clara ofensa a los millones que fueron víctimas de su accionar durante la era soviética".
Shlosberg hablaba de las palabras pronunciadas por Putin durante el 20 de diciembre, fecha cuando se conmemora la creación de la Comisión Extraordinaria ("ChK"), en ocasión del día de las fuerzas de seguridad, festividad considerada inconstitucional por una gran parte del pueblo ruso.
Bien es conocido el hecho de que Vladimir Putin fue miembro activo de la KGB. En su discurso, afirmó que "la gran mayoría de las personas que ejercieron ésta profesión desempeñaron su labor de manera digna y honesta".
La pomposa ceremonia contrasta enormemente con la ausencia de todo festejo el pasado 7/8 de noviembre para recordar la toma del poder por parte de los bolcheviques, hecho que cambió a Rusia (y al mundo) y le daría forma al siglo 20.
"Todo lo relacionado a una revolución genera miedo"
"A Putin lo aterra todo lo que se relacione con una revolución, por eso que no hubo festejo alguno en noviembre" afirmó Lev Ponomariov, histórico defensor de los derechos humanos.
Ponomariov va más allá y sostiene que el sucesor de la KGB, el FSB (Servicio Federal de Seguridad) es quien realmente gobierna Rusia. "El FSB es quien impone la agenda, y ese es el peligro más grande para Rusia. En tiempos soviéticos, la KGB no mandaba, sino que obedecía al Politburó; ahora no hay quién le haga contrapeso".
Por último, defiende la idea de que es el mismo Putin quien forma parte de esa movida que colocó todo ese grupo de antiguos miembros de la KGB en el poder del país.
Actualmente, ex miembros de la KGB ocupan cargo administrativos, así como en las principales corporaciones estatales de ése país. La Cheka fue gran responsable y miembro activo de lo que se conoció como "Terror Rojo" entre los años 1920 y 1950, incluidas las famosas y terribles purgas estalinistas de 1937 y 1938.