La canciller alemana Angela Merkel instó ayer a los ministros de exteriores de los estados miembros de la Unión Europea a reunirse este fin de semana para abordar la cuestión de Corea del Norte, que en los últimos meses de verano ha acelerado su programa nuclear.
En la última sesión del Bundestag antes de la celebración de las elecciones del próximo 24 de septiembre, la canciller afirmó que "Europa tiene una voz importante en el mundo y debe usarla".
El encuentro tendrá lugar en la ciudad de Gyminich, en los alrededores de Colonia, ubicada en el oeste de Alemania.
Merkel no ha ofrecido detalles sobre lo que se tratará en este encuentro. El programa nuclear de Corea del Norte se ha convertido en una de las grandes preocupaciones de la canciller, motivo por el cual ha decidido convocar a los ministros de exteriores de la UE.
En los últimos días, Merkel ha conversado sobre el asunto con el presidente estadounidense, Donald Trump, y con su homólogo surcoreano, Moon Jae-in
Discrepancias entre las grandes potencias
Angela Merkel aboga por una solución pacífica del conflicto, al igual que lo hace el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in. Las discrepancias se encuentran, en cambio, en el Consejo de Seguridad de la ONU.
En la sesión de emergencia realizada ayer, se hicieron evidentes las diferentes opiniones de las grandes potencias.
La embajadora en la ONU de Estados Unidos, Nikki Haley, aseguró que Corea del Norte "está pidiendo guerra", y abogó por coordinar una respuesta dura en la que se aprueban más sanciones. Esta propuesta de sanciones contra el régimen de Pyongyang se someterá a votación por el Consejo de Seguridad el próximo lunes.
La propuesta de Haley defiende las sanciones a aquellos países que comercien con Corea del Norte, algo que entra en conflicto con los intereses de China, la segunda mayor potencia del mundo.
El 74% del comercio exterior norcoreano es con China, seguido de India y Rusia.
El embajador chino en la ONU, Liu Jieyi, se opuso a esta decisión y, aunque culpó a Corea del Norte de la actual crisis, aseguró que China no iba a permitir una situación de caos y de guerra en la Península coreana.
Por su parte, Vasily Nebenzia, embajador ruso en la ONU, propuso la suspensión del programa nuclear de Pyongyang a cambio de la suspensión también de las maniobras militares conjuntas entre EEUU y Corea del Sur, lo que fue rechazado rotundamente y calificado por Haley de un insulto.