Corea del Norte ha vuelto a poner a la comunidad internacional en vilo tras probar con éxito este domingo una bomba de hidrógeno. Se trata del sexto ensayo nuclear que ha realizado el régimen de Pyongyang, haciendo caso omiso de las sanciones impuestas por la ONU.

Este último ensayo es el más potente que se ha realizado hasta la fecha y puede equipararse al lanzamiento de un misil de alcance intercontinental. De esta manera, Kim Jong-un, que firmó personalmente la orden de ejecución de la prueba, avanza en su objetivo de conseguir un arma nuclear que tenga la potencia necesaria para alcanzar el territorio estadounidense.

Recientemente, el régimen norcoreano amenazó con atacar a la isla de Guam, perteneciente a EEUU, y lanzó un misil que sobrevoló la isla japonesa de Hokkaido.

La última prueba con una bomba de hidrógeno lanzada con éxito, según Corea del Norte, tuvo lugar en enero de 2016. Sin embargo, dicho éxito fue cuestionado por expertos internacionales.

La prueba nuclear norcoreana ha causado un terremoto de 6.3 grados en la escala Richter que se ha sentido en la ciudad china de Jilin y en la rusa de Vladivostok. Poco después, se ha sentido un segundo temblor de 4.6 grados.

"Un ataque hostil y peligroso"

El presidente estadounidense, Donald Trump, ha manifestado a través de la red social Twitter que la prueba de la bomba de hidrógeno realizada por Corea del Norte es un "ataque hostil y peligroso para EEUU", por lo que ha convocado a su equipo d seguridad nacional para valorar la situación.

Según ha manifestado Donald Trump en otro tweet, EEUU está considerando, entre otras medidas, imponer sanciones a aquellos países que comercien con el régimen de Pyongyang.

Además, también desacreditó la estrategia surcoreana de negociar con Kim Jong-un, pues asegura que no ha dado resultados y que "ellos solo entienden una cosa".

Preocupación en Japón y Corea del Sur

Japón y Corea del Sur han sido los primeros en condenar con firmeza esta sexta prueba nuclear realizada por Pyongyang.

Junto con Washington, han solicitado una reunión del Consejo de Seguidad de la ONU.

El presidente surcoreano Moon Jae-in aseguró que Seúl no permitirá que Corea del Norte siga avanzando en su programa nuclear y reclama un incremente de las sanciones de la comunidad internacional al régimen. Por su parte, el primer ministro japonés, Shinzo Abe, ha reiterado que este test con una bomba de hidrógeno implica una nueva amenaza en la región.

China, hasta ahora primer aliado de Corea del Norte en la región, ha mostrado también su preocupación por esta nueva prueba y ha solicitado a Pyongyang que obedezca las resoluciones del Consejo de Seguridad y abandone sus ensayo nucleares para volver al diálogo.