La escalada de tensión entre Corea del Norte y EE.UU. alcanza un punto realmente preocupante. La reacción de Corea del Norte ante las nuevas sanciones aprobadas de manera unánime por el Consejo de Seguridad de la ONU, han sido el punto de arranque, quizás una excusa. Sin embargo, parte fundamental del problema son dos líderes impulsivos a los que les cuesta medir sus palabras. Donald Trump, desde luego, ha demostrado en su corto periodo como ocupante de la Casa Blanca, no se caracteriza por su diplomacia, y Kim Jong-un, parece comportarse como un niño grande al que le gusta jugar con misiles .

Ambos gustan de utilizar un lenguaje belicista y agresivo (lo que en lenguaje llano podríamos llamar "fanfarrón" si no fuera por las grandes implicaciones que pueden tener sus palabras).

Los puntos en común entre Trump y Kim Jong-Un

Kim Jong-un ha anunciado que tiene un ataque preparado para la isla de Guam, sin embargo, ha decidido “esperar un poco” antes de atacar, para observar la situación y ver la actitud de los Estados Unidos. La intención es lanzar cuatro misiles de medio-largo alcance a las aguas de Guam. Los países asiáticos se muestras nerviosos ante las bravuconadas de los dos dirigentes, Trump ha amenazado al dirigente del Corea del Norte con “fuego e ira jamás vistos”, curiosamente la del “fuego” es una de las metáforas favoritas del norcoreano.

Varios medios señalan las similitudes entre ambos dirigentes, que van más allá del lanzamiento de amenazas, cual dardos envenenados. Kim Jong-un es heredero de un régimen que apuesta por la propaganda estatal, como todas las grandes dictaduras, la magnificencia y el uso teatral del poder son algo que maneja a diario. También Trump conoce el poder de la publicidad, no en vano trabajó durante años siendo el rostro de un programa de televisión.

John Delury, es un profesor de la Universidad de Seúl, que analiza la manera de actuar de ambos dirigentes. De Trump dice que convierte cada día en una especie de “show”, con los elementos básicos de las historias tradicionales (existencia de un héroe, por supuesto él mismo, y su antagonista, el sentido del drama…).

También mantiene que los dos dirigentes tienen en común su apreció por la lealtad, lo que les lleva a colocar en los puestos de máximo poder a miembros de su familia.

Para Kim Jong-un esto es más sencillo porque su familia ha establecido una dinastía. Donald Trump, ha convertido a su hija Ivanka, en asesora de la Presidencia, al igual que a su yerno. Es la primera vez que en los Estados Unidos esto ocurre de una manera tan clara.

La posibilidad de una guerra

Mike Pompeo, es el director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de los Estados Unidos, esta semana declaró a la cadena Fox News, que es “alarmante” la velocidad con la que Corea del Norte prepara un hipotético ataque nuclear contra los Estados Unidos, mantiene que cada prueba que hacen con misiles les prepara un poco más. Sin embargo, no cree en la inminencia de un enfrentamiento.

Los asesores de Trump tampoco creen en la posibilidad de una Guerra en este preciso momento, pero tienen claro que la posibilidad es mucho más real que hace solo unos años y mantienen que el gobierno de los Estados Unidos está preparado para afrontarla en caso de ser necesario.

No obstante los preparativos continúan, el 21 de agosto está previsto que Corea del Sur y los EE.UU inicien otra ronda de maniobras militares conjuntas, aunque ellos mantienen que tienen un fin defensivo, el líder norcoreano las interpreta como simulacros de invasión, y suele aprovechar la coyuntura para hacer pruebas con misiles.

Seúl y Washington han llegado al acuerdo de discutir cualquier acción que se pueda llevar a cabo contra Corea del Norte antes de ponerla en marcha.