El gobernante norcoreano Pyongyang debe sentarse a dialogar sobre el uso que le está dando a sus armas nucleares, aseguró el subsecretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para Asuntos Políticos, Miroslav Janèa, al participar en una sesión de emergencia del Consejo de Seguridad.

El misil se volvió intercontinental

Según datos oficiales difundidos por la propia agencia noticiosa de Corea del Norte, el cohete lanzado el 4 de julio ascendió 2.802 kilómetros, voló por los aires casi 40 minutos, logró cruzar una distancia de 933 kilómetros y finamente cayó al mar.

Miroslav Janèa dijo que estos datos convierten el lanzamiento balístico norcoreano en un “misil intercontinental” , lo que sube “peligrosamente” los niveles de tensión, sobre todo en la península.

Los militares también dialogan

Miroslav Janèa llamó enérgicamente para que trabajen “todas las partes” y se abran otra vez las diferentes vías de comunicación principalmente “de militares a militares”. Advirtió que esto es importante para evitar al máximo que se pueda dar fallas en los “cálculos” o un simple “malentendido” y así minimizar riesgos, ya que una de las principales obligaciones de Naciones Unidas y los Estados miembros es salvar la vida de la población más “vulnerable” de Corea del Norte.

¿Y los compromisos humanitarios?

Dijo que, ante tales niveles de inseguridad, la ONU representa un “papel crítico” y por ello también lanzó un llamado a los socios de Naciones Unidas para que puedan hacer una separación entre los asuntos políticos y los compromisos humanitarios, para evitar que se retiren apoyos a diferentes agencias que trabajan al interior del país norcoreano.

Durante esta reunión de urgencia, el funcionario de la ONU lanzó una nueva condena a las actividades balísticas norcoreanas, fundamentó que es otra violación más a los acuerdos de paz que se establecen en distintas resoluciones de la ONU y le habló directamente a Pyongyang para que empiece otra vez las pláticas relacionadas con el empleo que le está dando a su “programa nuclear”, y pidió que pare de lanzar misiles.

Para tener en cuenta...

Para que muchas familias se vuelvan a encontrar tras haber sido separadas por la guerra (1950-1953), hace menos de un mes, el 13 de junio, la ONU informó que Tomás Ojeda Quintana, quien es relator especial para tratar asuntos relacionados con los derechos humanos en la República Popular Democrática de Corea, dio su apoyo y dijo que respaldaba una propuesta hecha por Corea del Sur.

Tomás Ojea explicó que la iniciativa de la Asamblea Nacional de Corea del Sur, es un acto bueno porque está a favor de volver a empezar estas actividades lo más pronto posible, es decir empezar a reunir familias en el próximo mes de agosto. No obstante, Corea del Norte puso una condición sólo para sentarse a negociar los reencuentros: que le fuera devuelto un grupo de trabajadores que desde el año pasado se encontraba viviendo en Seúl.

Sin embargo, el experto de Naciones Unidas dijo que las reuniones deben de realizarse sin ningún tipo de condicionamiento, ya que las prioridades humanitarias están antes que las políticas. Se debe valorar que la mayoría de las personas que se buscan reunir con sus familiares son de edad avanzada. Además la lista es larga pues se empezó a registrar en los años cincuenta, llegando a sumar casi 130.000 personas que, desde Corea del Sur buscan a sus parientes (en Corea del Norte).

Morir sin saber qué fue de los tuyos

Desafortunadamente, más de la mitad de las personas que hicieron su solicitud ya se murieron sin poder saber nada de sus sus familiares y los que aún tienen vida andan entre los 80 años de edad.

Ahora la gente involucrada que busca hacer realidad algún día los reencuentros, teme que los esfuerzos sean tirados por la borda ante las crecientes tensiones originadas por los lanzamientos balísticos de Corea del Norte.