El partido Bandera Vecinal, liderado por el neonazi Alejandro Biondini, estuvo cerca de recibir 20 millones de pesos para la impresión de boletas. La polémica se desató debido a que presentó seis listas a senadores por la provincia de Buenos Aires, haciendo que necesite más boletas y, por ende, reciba más dinero. Afortunadamente, el gobierno argentino ya se pronunció sobre este tema y aclaró que solo le dará lo correspondiente a una lista, como marca la ley.
¿Algo parecido al nazismo en las elecciones argentinas?
¿Hasta que punto la democracia debe permitir presentarse a cualquiera?
¿Puede el Nazismo volver a presentarse a Elecciones? Una ideología basada en el odio al prójimo atenta contra los ideales propios de la democracia. En otras palabras, la democracia no puede favorecer propuestas que atenten contra la misma democracia. Por eso, listas como estas deberían perder su personería estando imposibilitadas de presentarse, tal como pasa con los represores de la última dictadura militar.
¿Cómo es el sistema?
El sistema electoral es el de boleta múltiple, cada partido tiene que proveer sus propias boletas y los electores, al ingresar al cuarto oscuro, eligen una de estas y la ponen dentro del sobre. A partir de la ley de Reforma Política del 2009, la cual implementó las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), el Estado pasó a hacerse cargo del costo de estas boletas, beneficiando a partidos chicos que muchas veces no tienen los recursos para imprimir tantos papeles.
La proporción en que se destina el dinero tiene en cuenta una boleta por elector dentro del distrito. Esto significa que cada agrupación recibe el costo total de cada boleta multiplicado por la cantidad de electores. Un fallo de la Corte Suprema indicó que cada precandidato debería recibir este monto, por lo que si un partido presenta dos candidatos, cada lista recibirá este monto, o lo que es lo mismo, la agrupación política recibirá el doble.
Esto intentó hacer Bandera Vecinal presentando seis listas para senadores.
El debate es interesante para plantear. El repudio de los medios fue generalizado pero que el Estado se haga cargo del costo de la impresión de estas boletas es necesario para la democratización del sistema, permitiendo a partidos sin recursos lograr representación.
El problema en este caso fue, primero, la tendencia neonazi del partido Bandera Vecinal, el cual en realidad debería perder su personería para que no pueda postularse. Otro de los problemas es que al presentar las listas el partido recibe el dinero pero, si quiere, puede imprimir una cantidad menor de boletas guardándose el resto del dinero, algo que es lógico para un partido que, en realidad, difícilmente alcance el 1%.
¿Quién es Alejandro Biondini?
Biondini es un político argentino nacido en 1956 que formó parte de varios partidos con integrantes neonazis hasta que, en 2015, su partido Bandera Vecinal obtuvo su personería jurídica a través del juez Ariel Lijo, ratificada después por la jueza María Servini de Cubría.
A través de su trayectoria se lo ha relacionado constantemente con simbología nazi tanto en las formas de denominarse, los saludos, símbolos y lemas.
Otros miembros del partido formaron parte de alianzas con algunos ex carapintadas, organización militar que se levantó contra el gobierno de Raúl Alfonsín, justo después de la dictadura militar. También están asociados al ex represor Luis Patti, inhabilitado por la justicia para ocupar cargos públicos. Entre las propuestas de Bandera Vecinal se encuentran:
- Principal lema: argentina para los argentinos.
- Expulsión de todos los extranjeros con una situación irregular, que no puedan justificar ingresos genuinos o no paguen impuestos.
- Prohibición del aborto considerado un crimen.
- Instauración del servicio militar obligatorio y nuevo rearme de las Fuerzas Armadas.
- Considera a los represores presos por la última dictadura militar como presos políticos.
- Cese absoluto de relaciones diplomáticas con Inglaterra por la usurpación de Malvinas.
Estas son algunas de las propuestas de este partido de extrema derecha, fuertemente nacionalista que, sin necesidad de tener que relacionarlos con los nazis, se puede ver el odio que emanan.