Tras la fortaleza demostrada por la oposición venezolana en la día de ayer, los contrarios al Gobierno de Nicolás Maduro vuelven a tomar las calles. Todo ello impulsado por las sentencias del Tribunal Supremo de Justicia, por las que suprimía cualquier tipo de competencia del Parlamento. Aunque pocos días después fue rectificada por los chavistas, este hecho despertó nuevamente el clima de tensión que vivía y, aún hoy sigue viviendo, Venezuela. La oposición reactivó su iniciativa de protestas en la calle.
Entre sus reivindicaciones, se resaltan cuatro como las más importantes: celebración de elecciones, liberación de presos políticos contrarios al Gobierno de Madura –entre ellos destaca Leopoldo López, encarcelado desde 2014-, poner fin a la falta de recursos alimenticios y médicos, y obtención de plenos reconocimientos a la Asamblea Nacional, que cuenta en su mayoría con opositores.
Además de todo, el objetivo principal es iniciar un diálogo con el Ejecutivo.
‘La madre de todas las marchas’, como así la han denominado dirigentes antichavistas, partió de 26 puntos de la ciudad, convocó a decenas de miles de ciudadanos y estuvo encabezada por Henrique Capriles, líder del partido político Primero Justicia. “Cuenta al mundo lo que está pasando aquí, que no somos tres locos, que esto no es un montaje, como dice Delcy Rodríguez”, gritaba un manifestante a los medios de comunicación en referencia a la canciller. Esta marcha es posiblemente la más multitudinaria que se ha producido hasta ahora.
“¡Que se gasten el dinero en medicinas y no en bombas lacrimógenas que lanzan contra la gente”, comentaba Alexa Gutiérrez, otra de las allí presentes.
Y es que los fieles al chavismo intentaron retener a la marcha opositora con gases lacrimógenos, piquetes de los cuerpos de seguridad y detonaciones de armas de fuego. Y aunque los manifestantes reconocen no poder acabar con Nicolás Maduro a través de estas marchas, “Sabemos que el oeste (de Caracas) es sagrado para ellos y ya hoy y el otro día hubo marchas allí.
Nos replegamos, sí, pero salió. Y en un momento no tendrá más mano”, aseguraba Graciela Sierra a la prensa.
Mientras tanto, cientos de autobuses trasladaban a partidarios de Maduro que habían sido convocados por el propio presidente venezolano para anular el golpe de Estado impulsado por la oposición. En un momento del recorrido, ambos bandos se cruzaron y tuvieron lugar distintos enfrentamientos.
Con más de 1000 detenidos, numerosos heridos y 7 muertos tras el mes de protestas, la oposición seguirá adelante y hoy volverá a tomar las calles de la ciudad. Demostración o no de poder, miles de contrarios al chavismo lucharán de nuevo por sus derechos.