En la tierra que conecta Kabul con Peshawar, e incluye la conocida Tora Bora, usada como escondite durante años, por Bin Laden después del atentado a las Torres Gemelas, más precisamente en la localidad de Achin, el jueves a las 19:30 horas local, las 9,8 toneladas de potencia destructora que transportaba la MOAB, detonaron ensordecedoramente, sobre las montañas que albergaban en túneles y cuevas, la mayor fortaleza estratégica del EI.
El coronel Sergio Nazar experto militar, analizó para el diario chileno on line "Emol", la capacidad destructiva de la MOAB y expuso con una imagen muy elocuente, el poder de la más potente de las armas no nucleares, del ejército norteamericano.
Nazar explica que la detonación provoca una onda de choque, que se trasmite por tierra y aire, produciendo un daño que se propaga en esfera. Esa capacidad de penetración de la "madre de todas las bombas", cuantificada en 60 metros de profundidad, decidió su utilización por ser considerada, el único medio para alcanzar la laberíntica construcción del Isis.
El objetivo del ejército norteamericano, se localizaba en un valle entre montañas, en el que el EI había construido sus cuarteles, asentados en túneles de comunicación que unían cuevas y grutas naturales, que fueron el escenario de numerosas ejecuciones de rehenes de los islamistas. Allí se alojaban entre 40 y 70 hombres del Isis.
Según comunicó el ministerio afgano de Defensa, hasta el momento, se informa la destrucción de tres complejos de túneles, armas y municiones; en tanto que las bajas humanas no civiles, ascienden a 36 combatientes del EI.
Aunque Ataullah Khogyani, funcionario de la provincia de Nangarharl, acusa la muerte de 82 milicianos yihadistas.
A pesar de esas declaraciones, todavía no hay un reporte oficial de los EE.UU., sobre la investigación que realiza el Pentágono, en cuanto al número de bajas o los efectos colaterales que podrían haberse producido.
La geografía hostil de la provincia de Nangarharl, hace que los cerca de 95.000 habitantes que constituyen su población, y están localizados en la zona de la detonación, se encuentren agrupados en pequeños poblados de las cercanías, que se supone no han sido afectados por la onda expansiva de la MOAB.
El ahora presidente de los EE: UU.
Donald Trump, que durante su campaña electoral anunció que, su país no sería garante de la paz mundial, está cumpliendo con esa promesa. El ataque a Siria con 59 misiles Tomahawk y el último sobre Afganistán con "la madre de todas las bombas", es una temprana muestra de las decisiones que caracterizan al comandante en jefe de las fuerzas armadas del estado norteamericano.