La amenaza de una intervención militar, ha sido lanzada sobre Corea del Norte. Rex Tillerson, aclaró que su país no desea una guerra, pero si Pyongyang continúa con las provocaciones nucleares y el desarrollo de su programa armamentístico, Estados Unidos incluiría las acciones militares, dentro de las posibles respuestas a este hecho. Por su parte, el presidente Trump, ha puesto de manifiesto desde Twitter, su red social favorita, la molesta actitud que Corea del Norte tiene hacia su país, y la criticable inacción de China, frente a este particular.
En este momento del año habitualmente, un gran número de efectivos militares norteamericanos y surcoreanos realizan maniobras conjuntas en territorio de Corea del Sur. Las mismas siempre han sido consideradas por Kim Jong Un, como amenazas, dirigidas al derrocamiento de su régimen. Sumadas a lo anterior, las explícitas advertencias del secretario Tillerson, y la fuerte presencia militar americana, que se ha incrementado en las últimas semanas, han motivado la declaración de un representante de Corea del Norte en Pekín, quien con el acostumbrado exceso verbal que caracteriza al gobierno de su país, vaticinó la posibilidad de un conflicto nuclear.
Tillerson en su carácter de representante del presidente Trump, se reunió con los soldados norteamericanos destinados, a la base norteamericana de Campo Bonifas, dirigiéndose luego a Panmunjom, supuesta zona de desmilitarización, donde apenas unos pocos pasos separan a los efectivos militares de la dos coreas.
Una de las manifestaciones más destacadas de su viaje, lo constituyen las declaraciones contra China, motivadas por la actitud beligerante que Pekín mantiene contra Corea del Sur, por el despliegue del escudo antimisilistico que Estados Unidos mantiene en territorio surcoreano y desde el primer momento de su instalación ha sido considerado una amenaza, por Xi Jinping.
La actitud norteamericana, choca de pleno, con el pensamiento estratégico de, Moon Jae In, quien sería el favorito, en las encuestas realizadas a cuenta de los próximos comicios, que se celebrarán en Corea del Sur. Moon ha manifestado la posibilidad de rever el acuerdo firmado en relación al escudo antimisiles THAAD. Alguno de sus asesores consideran que esa actitud podría producir roces con la administración Trump, provocando represalias económicas que perjudicarían a su país.