Durante el martes por la mañana, el presidente de la República Federativa de Brasil, Jair Bolsonaro, anunció públicamente que dio positivo al test de Coronavirus realizado en el Hospital de las Fuerzas Armadas en Brasilia. Preocupa el contacto estrecho que, el presidente tuvo con otras autoridades del gobierno y durante el almuerzo del 4 de julio al que asistió en la embajada estadounidense, pudiendo haber contagiado el coronavirus a los presentes.

Anuncio televisivo incumpliendo las recomendaciones sanitarias para el COVID-19

Por la mañana del martes desde los jardines del Palacio de la Alvorada, el presidente Bolsonaro dio a conocer la noticia de que su test para detección de coronavirus fue positivo.

Rodeado por periodistas de los medios brasileños que, a pesar de la circunstancia mantenían sus micrófonos a la distancia de un brazo, es decir sin respetar la distancia social, en ausencia del dispositivo al que hoy día nos tiene acostumbrado el periodismo responsable. El presidente expresó que se encuentra bien aunque tuvo síntomas de coronavirus desde el domingo pasado. Durante la noche del lunes su temperatura marcó los 38 grados y sintió dolores musculares y cansancio.

Se está tratando con hidroxicloroquina medicamento que, según la OMS, produce efectos colaterales complicados y no conlleva resultados positivos comprobados. A pesar de ello, Bolsonaro ha manifestado su aprobación por esta droga, la que se le ha suministrado anteriormente según sus palabras, como “preventivo” de la enfermedad.

El presidente apareció ante las cámaras utilizando una mascarilla, la que se quitó durante el tiempo que duró su declaración verbal, plagada de expresiones que disminuyen la peligrosidad del coronavirus y las consecuencias del COVID-19.

Bolsonaro, los contactos cercanos y la celebración del 4 de julio en la embajada de EEUU

Durante la celebración del 4 de julio Jair Bolsonaro asistió a los festejos del 244 aniversario del Día de la Independencia, en la embajada de E.U.A otro acto de irresponsabilidad institucional al ir acompañado de algunos de sus ministros, militares y su hijo, el diputado Eduardo Bolsonaro.

El encuentro consistió en un almuerzo, durante el que no se respetó el distanciamiento social ni se usaron mascarillas.

El embajador estadounidense Todd Chapman, a pesar de no presentar síntomas será chequeado con el fin de detectar coronavirus. La nutrida agenda del mandatario brasileño registra el día miércoles una reunión con dirigentes de fútbol y el viernes un encuentro al que asistieron altos ejecutivos industriales de Brasil que, por supuesto fueron expuestos al coronavirus, dado el contacto cercano que se produce en toda interacción con el presidente Bolsonaro.

Las estadísticas de Brasil referidas a la Pandemia del coronavirus

Jair Bolsonaro ha pasado de la negación al contagio, trasladando la consecuencia de sus erróneas convicciones a la suerte de sus compatriotas y llevando a su país al protagonismo en las tristes estadísticas de la pandemia.

El número de contagiados en Brasil asciende a 1.623.284 ciudadanos, confirmándose en las últimas horas 20.229 personas que se han sumado al número anterior. Brasil es actualmente el epicentro del COVID-19 en Sudamérica y ocupa el primer lugar, según la OMS, en cuanto al número de fallecidos, duplicando prácticamente a los de EEUU y México.

Los países vecinos del gigante de Sudamérica han expresado su alarma. Todos ellos tienen amplias fronteras con Brasil, kilómetros de tierras en su mayoría sin la seguridad necesaria para controlar la migración de los ciudadanos brasileños, que la recorren y cruzan los pasos no convencionales. Ese límite constituye una frontera seca en la mayor parte de su extensión; sumado a ello la continuidad entre los poblados a ambos lados de la divisoria entre dichos países es una dificultad más para mantener el cierre fronterizo.