El bombardeo con armas químicas, que tuvo lugar ayer en la localidad de Jan Sheijun, ha causado 72 muertos y centenares de heridos. Según afirmó el presidente opositor del Consejo Local de la localidad, dichos bombardeos aéreos emplearon gas cloro y gas sarín. Acabando con la vida de decenas de sirios y produciendo numerosos casos de asfixia, vómitos y espasmos.

El ataque tuvo lugar en las viviendas de civiles del barrio del Norte y en el centro de la población, según han informado las fuentes. Los heridos fueron trasladados a una clínica de la localidad siria, que poco después fue víctima también de otro bombardeo.

Momentos antes, Turquía había habilitado carpas para el traslado de los afectados, por lo que no se produjeron heridos. “Al menos 25 casos graves han sido trasladados después a hospitales en el territorio turco”, aseguraba Ahmad Dbis, responsable de seguridad de la ONG Unión de las Organizaciones de Socorro y Auxilio Médico.

La autoría del ataque aún se desconoce, no obstante tanto el Gobierno de Bashar al Assad como la oposición se han señalado mutuamente como culpables. Incluso se ha acusado también al Gobierno ruso del bombardeo, que ha negado desde el Ministerio de Defensa cualquier tipo de ofensiva con aviones en Jan Sheijun.

El Mando General del Ejército sirio también negó cualquier tipo de vínculo con el hecho producido. "Esas alegaciones son nulas y sin efecto. Ni los aviones sirios ni los rusos han empleado nunca armas químicas en su lucha contra el terrorismo", aseguraban.

El Consejo General de la ONU se reúne hoy para tratar lo ocurrido a petición de Francia y Reino Unido.

El objetivo del debate está centrado en el ataque químico que, como se ha afirmado, sería tildado de crimen de guerra. Por su parte, la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas está estudiando el uso de productos químicos en el bombardeo aéreo.

Desde 2013 no se producía una ofensiva de estas características, siendo éste el que más muertes ha provocado por el uso de armas químicas. La cifra ha alcanzado ya las 72 víctimas mortales, pero aún siguen desaparecidas muchas personas.