Fuentes del Ministerio de Defensa español han confirmado el envío a la frontera con Rusia de más de 20 vehículos blindados y 350 militares. Entre los vehículos se cuentan 6 tanques Leopard 2E de última generación y 15 carros de combate ligero Pizarro. Los tanques Leopard serán probados en una misión por primera vez fuera de España. Los vehículos blindados Pizarro consisten en un carro de combate ligero LT 105 equipado con un cañón de 105mm, de fabricación conjunta austriaco-española.
Esta combinación es ideal para el desarrollo de una fuerza de intervención rápida, utilizando el Pizarro como un flexible complemento del pesado Leopard 2E. El contingente español se ubicará exactamente en Letonia, uniéndose al batallón dirigido por Canadá, con más de 450 soldados de infantería ligera canadienses.
La Ministra de Defensa española, María Dolores de Cospedal (casada con Ignacio López del Hierro, famoso por estar relacionado con múltiples casos de corrupción) se reunía este miércoles con el secretario general de la OTAN, a quien expresaba la intención de España de colaborar en las misiones de la alianza atlántica de forma muy activa.
La ministra Cospedal ha comprometido a España a cumplir la meta de gastar el 2% de PIB en defensa, acordado en la cumbre de Gales en 2014. En dicha reunión se pudo ver a Cospedal hablando con el secretario de defensa de EEUU, James Mattis, que insiste en la "petición justa" de Washington de que el resto de países aumenten su gasto en defensa.
Esta ridícula "competición de tamaño de miembros viriles" entre potencias mundiales supuestamente civilizadas deja en evidencia la psicopatocracia de nuestros dirigentes, convirtiéndose en un grave riesgo para la población y la economía de estados con graves crisis. El despliegue de las tropas pertenecientes a estados miembros de la OTAN están siendo realizadas principalmente por EEUU, Alemania, Reino Unido y Canadá.
Los países bálticos de Estonia, Letonia y Lituania están siendo reforzados por la alianza atlántica recientemente. Pero otros países como Polonia, Rumania, Bulgaria y Alemania ya habían recibido una ampliación de efectivos integrados en batallones pertenecientes a la OTAN.