Edward Snowden, antiguo empleado de la CIA y de la NSA (Agencia de Seguridad Nacional), participómediante videoconferencia en el evento promovido por Amnistía Internacional ayeren la ciudad de París con motivo de la celebración del Día de los Derechos Humanos.
Fue la misma comisión de Inteligencia del Senado la queacusó a la Agencia Central de Investigación de las presuntas torturasrealizadas en cárceles secretas. De hecho, ni siquiera se puede asegurar conrotundidad que estos medios condujeran al fin que decían buscaban: evitarposibles atentados para salvar miles de vidas humanas.
Snowden no ocultó su tristeza y desagrado tras leer loscrímenes cometidos como parte del programa de torturas a presuntos islamistasradicales, según reveló ayer un informe del Senado norteamericano. También denuncióla muerte de numerosos detenidos, dados los tratos degradantes a los que fueronsometidos. Incluso, hizo una declaración espeluznante:
“Muchos murieron trasser encadenados semidesnudos en una habitación fría”
Entre las torturas practicadas, según detalla el informe, seencontraban baños en agua a bajas temperaturas, asfixias, privación de sueño,alimentación e hidratación rectal, amenazas de muerte, etc. El antiguo empleadode la CIA también acusó a la nación de no enjuiciar a los responsables:
“Esto deja una manchaen la autoridad moral del gobierno de Estados Unidos, si no los enjuiciamos y loshacemos responsables, no podemos avanzar como sociedad”
Estados Unidos, que ahora defiende que la CIA mintió alexpresidente Bush a cerca de las prácticas de estas torturas, decidió dejar aestos documentos salir a la luz de manera “oficial”, antes de que lo hicierauna fuente secreta o filtración mediante herramientas como WikiLeaks, cuyocreador, JulianAssange, denuncia además que obtiene información confidencial mediante Googlecon fines más que cuestionables. De hecho, el mismo Assangeteme ser condenado a pena de muerte tras una eventual extradición al paísnorteamericano.