Carme Ruscalleda presentó un comunicado de prensa donde informaba el cierre del establecimiento Sant Pau. A pesar de que el mismo cumple 30 años de feliz existencia, la afamada cocinera y su socio Toni Balam decidieron cerrar las puertas del restaurante. El mismo prestará su último servicio el 27 de octubre del año en curso. Ambos personajes explicaron que el cierre de este no tenía nada que ver con la parte económica.

Simplemente lo habían meditado y concluyeron que 30 años eran suficientes, por lo que deseaban culminar esta etapa. De seguro los asiduos al lugar extrañarán los exquisitos platos y la excelente atención.

Cerrando etapas para continuar

El cierre del local coincide con el lanzamiento del libro Felicidad, el cual tenía como finalidad hacer un homenaje a la trayectoria de la cocinera. Esto determina la gran experiencia que posee Carme Ruscalleda por lo que la misma advierte junto a su socio que desde que cumplieron 65 años se encontraban diseñando ese futuro. A esto Balam agregó que al cerrar el restaurante tendrían tiempo de disfrutar más lo que tenían.

Pero dejaron claro que no se jubila Ban, ya que no podían estar quietos, además de ser trabajadores incansables. La pareja agregó que seguirán viajando a Japón, ya que tenían una réplica del restaurante en Tokio donde se elaboraban los menús mediterráneos netamente a base de productos japoneses.

Sin embargo, lo que parecía una despedida era más un hasta luego, puesto que tenían la idea de reinventarse.

Todo con el fin de crear nuevos espacios, esto era prácticamente una renovación de estilos y de espacios.

Investigación y nuevos planes

Carme y Balam continuarían su trabajo en lo que ellos llamaban Cocina Estudio realizando sus investigaciones culinarias al lado de la mexicana Sue Chávez, actual jefa de cocina.

Los espacios del jardín y el garaje del restaurante llegarán a ser un bar y coctelería, el cual estará a cargo de su hija y el esposo de esta quedando así todo entre familia, cosa que Carme Ruscalleda estaba acostumbrada

Sus inicios en el arte de la cocina vinieron dados en la charcutería de su padre. Era lógico que continuase con la tradición, cediendo el paso a nuevas generaciones como lo eran sus hijos.

Una muestra de su legado es su hijo Raúl Balam, un joven chef que se encuentra dirigiendo el restaurant Moments en el hotel Mandarín Oriental en Barcelona.

Con esta historia familiar la cocinera demuestra al mundo que sus conocimientos trascenderán en el tiempo. Para el momento ya habían sido transmitidos a sus hijos, solo quedaba que estos hiciesen lo mismo.