No hay nada mejor que comerse unas papas fritas calientes y crujientes de vez en cuando, ¡especialmente cuando las tiras en ketchup! Si tienes los ojos más grandes que tu barriga, es posible que no puedas terminar de comerte toda una porción de papas en el restaurante. Podrías llevártelas a casa, pero puede ser una decisión muy lamentable. ¿Alguna vez has calentado tus papas en el microondas? ¡Muy triste, verdad! Pero tenemos consejos sobre cómo puedes calentar esta comida común para que tenga un sabor tan bueno como el primer día.
Paso 1: sube el calor
Uno de los mayores errores que cometen las personas cuando se trata de recalentar papas fritas es no obtener suficiente calor. Usa una sartén de hierro fundido para obtener los mejores y más crujientes resultados. Coloca la sartén en el quemador y sube el fuego por completo durante unos minutos. La idea es calentar la sartén.
Paso 2: ¡Adelante!
Luego, vas a necesitar un poco de aceite. Debes usar aproximadamente dos cucharadas de aceite de oliva en una sartén de tamaño mediano. Espera a que el aceite se caliente y empiece a brillar. Consejo de prueba de cocina: No coloques las papas fritas en la sartén hasta que el aceite esté listo. ¡No hacerlo podría significar que terminan sumamente grasientas!
Paso 3: agrega las papas fritas
Cuando estés seguro de que el aceite está listo, es hora de agregar las papas fritas a la sartén. No cometas el error de acumular las papas fritas en un solo lugar; debes asegurarte de que todas y cada una de ellas toquen el aceite y la sartén. Cocínalas por alrededor de un minuto.
Paso 4: consigue mover de un tirón
Coge tu espátula y dale la vuelta. Intenta asegurarte de que cada tira de papa se voltee para que ambos lados se cocinen uniformemente. Deja las papas fritas durante unos 30 segundos y luego voltéalas por otros 30 segundos. Usa tu propio juicio para ver si las papas fritas están crujientes y cocidas, ya que algunas necesitarán más tiempo que otras.
Paso 5: Espolvorea con un poco de sal
Por último, pero no por eso menos importante, saca tus papas fritas de la sartén y espárcelas con un poco de sal al gusto. También puedes agregar algo extra como pimentón, hierbas o especias. ¡Después de que hayas hecho eso, podrás disfrutar de unas sabrosas papas fritas que saben tan bien como cuando las pediste!
Ah, y si quieres que tus papas sobrantes sean aún más interesantes, hay algunas cosas que puedes hacer. ¿Por qué no convertirlas en poutine? Alternativamente, realiza un plato estilo nacho con salsa, queso y guacamole. Adelante y sé creativo en la cocina.