En los últimos años se ha visto un gran cambio en la forma de vida de los más jóvenes. Se practica mucho más deporte (el running y el ciclismo nunca han estado tan de moda) y la alimentación sana se ha convertido en una verdadera obsesión para esta nueva generación que se conoce como "millennials".

Hoy en día los más jóvenes ya no buscan pizzas, hamburguesas y comida rápida. Lo que buscan es un buen producto y gran creatividad. Además gracias a vivir en una sociedad intercultural buscan descubrir nuevos sabores, alimentos naturales y se interesan por las propiedades nutricionales.

Y han surgido los "superalimentos" que son alimentos que poseen un gran valor nutricional gracias a su gran cantidad de vitaminas, de grasas de clase saludable o antioxidantes.

Y, ¿cuáles son los superalimentos que no faltan en una dieta 100% de millennials?

  • Quinoa

Es uno de los alimentos más completos que podemos encontrar en la cesta de la compra, gracias a sus muchas propiedades nutricionales. Para hacernos una idea tiene ocho aminoácidos imprescindibles para el ser humano y un equilibrio excepcional de vitaminas, proteínas, grasas no saturadas, fibra y minerales (fósforo, hierro y calcio). Se recomienda a mujeres embarazadas, celíacos, niños, diabéticos, deportistas, vegetarianos... Además, gracias a que reduce el colesterol o que es ideal contra el estreñimiento recomienda para poder perder peso.

Se cocina muy fácil ya que el proceso es el mismo que en el caso del arroz.

Hay que añadirle agua, dejar que hierva y se irá reduciendo la temperatura. Vamos a dejarlo hasta que el agua se haya evaporado y la quinoa va a quedar muy suave. Lo dejamos reposar durante cinco minutos y ya está. La quinoa tiene muchas maneras de consumirse: se puede añadir a sopas, mezclar con pasta o cereales, añadir a zumos, purés o a una ensalada.

Y nos beneficiamos de todas sus propiedades sin darnos cuenta. Hace unos años era muy complicado encontrarlo; pero, al estar de moda se puede encontrar en cualquier supermercado.

  • Seitán

Es un alimento con una gran cantidad de proteínas y muy sencillo de digerir y la mayoría de personas son capaces de tolerarlo. Es muy bajo en calorías y en contenido graso.

Gracias a su importante contenido en hierro y calcio se recomienda en los casos de anemia o si lo que sufrimos es una intolerancia a la lactosa. Se cocina y se consume igual que en el caso de la carne de vacuno, sin más.