La desconexión de Reino Unido de la Unión Europea, a partir del 29 de marzo, traerá una serie de importantes novedades. Pero, ¿cómo afectará a las personas que no residen en las Islas Británicas? Aunque haya persnas que no tengan mucho interés en las consecuencias, la realidad es que el proceso se acabará notando en todo el continente europeo. Y, ¿cuáles serán los principales efectos negativos, que tendremos que hacer frente en España?

1. Subida de impuestos. Reino Unido otorgaba a la Unión Europea entre 8500 y 9500 millones de euros, cada año. Ahora que se va, ese dinero tendrá que salir de otro lado, ¿no? Pues, serán los países que forman parte de la Unión Europea, los encargados de aumentar sus propias aportaciones, para poder equilibrar la situación. Sólo España tendrá que aportar unos 900 millones de euros de suplemento, lo que significa una subida de impuestos (y, claro, en España estamos muy voyantes y podemos permitirnos nuevas subidas de impuestos).

2. Problemas con el empleo. El Brexit va a poner en riesgo multitud de puestos de trabajo, en diversos sectores.

Por poner un ejemplo, los expertos más negativos ya hablan de pérdidas de miles de empleo, en España, que se verá agravado por el efecto arrastre.

-> Sector téxtil, farmaceútico, alimentario, aviación y automoción.

España es uno de los pocos países que vende más producto que compra, a Reino Unido. Se lograba una media de 1.1000 millones de euros de beneficio. Si no se llega a un buen acuerdo comercial, con el gobierno de las islas británicas, estos sectores se verían seriamente afectados.

-> El turismo.

Los británicos son la nacionalidad más numerosa entre los turistas que visitan nuetro país (y, otros 800.000 residen en nuestro país). El valor de la libra va a caer y muchos no van a poder acceder, completamente gratis, a los servicios sociales y médicos, lo que haría que muchos ingleses se lo piensen antes de venir a nuestro país. Según el INE (Instituto Nacional de Estadística) durante el pasado año 2016, llegaron 18 millones de turistas a nuestra tierra