Vivimos en un país con una alta tasa de paro (el 18%) y, nos encontramos que nuestros policías, maestros, médicos... en el momento en que tienen una plaza en la isla de Ibiza, lo rechazan. Sí, después de pasar pruebas psicotécnicas, físicas, estudiar una carrera... llega el momento y tienen que dejar la plaza vacante.
¿Cómo es posible? Pues bien, la respuesta es fácil: el precio del alquiler de una vivienda. Como está sucediendo en ciudades como Madrid o Barcelona. En Ibiza, dado que la crisis apenas se ha notado, gracias al turismo extranjero, es más sencillo encontrar un puesto de trabajo, que encontrar un lugar donde vivir.
El año pasado, por ejemplo, se pedían 500 euros de media por vivir en un balcón, 400 euros por un colchón en una terraza (con un plástico, como techo ante posibles inclemencias climatológicas) o 300 euros por un colchón (pero, sin derecho a usar ni el baño ni la cocina) y es que las ofertas de alquiler son muy escasas. Además, las personas que residen en la isla se encuentran con constantes estafas y con una especulación masiva, que sobrepasa los límites de lo "normal".
Desde la Plataforma de Afectados por los Alquileres de Ibiza recuerdan que la situación ya es extrema. Los alquileres por los doce meses del año han desaparecido y los de temporada alta no pueden cubrirse, con las nóminas que se están ofreciendo, hoy en día.
El precio medio de una vivienda supera los 1600 euros/mes
Todo esto provoca que los funcionarios decidan marcharse cuanto antes (e, incluso, abandonan sus plazas, ya que, no tienen donde vivir). Según todas las personas afectadas por esta situación, todo esto es fruto de la avaricia de los dueños de las casas y ante una falta de regulación por parte de las administraciones.
Y, ahora surgen las preguntas. Por mucho turista que vaya en la isla -y deje su dinero en los establecimientos- ¿qué va a suceder si no hay médicos? ¿Qué sucede si no hay policías? En Ibiza, el problema se ha agravado hasta un punto exagerado, pero, en otras ciudades como en Madrid o Barcelona, parece que el problema se está haciendo otra realidad.