El effortless chic es un estilo que intenta emular a la sensación de despertarse, bañarse y ya estar lista para la jornada laboral. Una forma de vivir la moda que no siempre es la más económica; pero, sí, la más rápida para verse perfecta. Las que siguen el effortless chic apuestan por este estilo por el ahorro de tiempo y de dinero, si sabes cómo conjuntar las piezas.

El effortless es la mejor opción para ir perfecta todos los días

Algunos consejos para adaptar el effortless chic al día a día

-Elige tu pieza de vestir favorita.

Puede ser desde unos pantalones vaqueros, unas zapatillas o una chaqueta... Debe ser tu pieza clave, debe estar en buen estado y siempre limpia, sin manchas ni rotos. Es la pieza que más cuidados debe recibir, ya que, será la pieza fundamental de tu imagen.

-Tener tres pares de zapatos que se puedan combinar con cualquier prensa y que sean cómodos. Pueden ser unos zapatos planos o unos “slip-on”. Que sean para cualquier ocasión y puedas combinarlos con cualquier prenda de ropa.

- Apuesta por chaquetas. El mejor accesorio es una cazadora, chaqueta con “rompevientos” o una cazadora “bomber”. Deben ser piezas funcionales que valgan para cualquier ocasión y que sean ligeras, que no sean un elemento incómodo.

-No evites llevar varias capas de ropa. Cuando empiece el frío, lo mejor es llevar varias prendas a la vez. En este estilo, tu marcas tu propio estilo al poder combinar como quieras las prendas.

-Conocer tu talla es básico. Conocer tu talla va a hacer que la elección de prendas sea mucho más sencilla y ahorres tiempo.

-Da un toque de elegancia a tu look. El toque de elegancia puede venir por usar una chaqueta americana o un par de tacones que puedas combinar con cualquier prenda.

-Los colores deben ser de la misma paleta. Los tonos más básicos serían los verdes y los terracota. Sin olvidar los tradicionales negro y blanco.

Un buen vaquero, una chaqueta impecable... y ya puedes ir a la oficina perfecta

Con estas ideas muchas famosas logran estar perfectas cuando salen a la calle sin perder mucho tiempo en arreglarse.

La idea general sería unos buenos vaqueros de tipo pitillo, en azul oscuro o negro; una camiseta de color blanco o de rayas marineras; el típico jersey de lana de ochos y una gabardina (o prenda similar). Para los pies, unas bailarinas sencillas, unos mocasines o unas zapatillas tipo “converse” siempre limpias para dar la mejor imagen posible.