El encuentro entre la escuadra de Suecia y de Inglaterra era el tercer partido de cuartos de final. Ya se conoce la primera semifinal en este mundial que será entre Bélgica y Francia. Así que el día de hoy el equipo de los tres leones no desaprovechó la oportunidad y la inercia que tenían después de la victoria contra Colombia, y eliminar sus fantasmas en la tanda de penas.

El primer tiempo demostró la hegemonía de los ingleses

El entrenador Southgate no se reservó nada ante este partido, como se había visto en los anteriores partidos, Inglaterra siempre intentaba proponer todos los partidos, y esta vez no querían ser la excepción.

El juego empezó con ritmo un poco lento, ya que los jugadores suecos sabían que deberían dejar de marcar a los hombres clave de Inglaterra como Harry Kane. Pero el equipo de los tres leones jamás sentía una verdadera presión por parte de los jugadores de Suecia.

Aunque en los primeros diez o quince minutos el equipo inglés se fue quitando la preocupación poco a poco, y el equipo de los tres leones empezó a poner su hegemonía hasta el minuto 30. Un tiro de esquina, el defensa Harry Maguire le ganó el duelo aéreo al defensa Emil Forsberg, y fue así como Inglaterra pudo abrir el marcador con un gran remate de cabeza.

El entrenador inglés, siempre ha sido un fanático de las jugadas preparadas y en esta clase de jugadas es donde se ve, lo que preparan en las sesiones de entrenamiento.

Y fue así como terminó el primer tiempo, con una escuadra inglesa con una victoria de 1-0.

El segundo cabezazo y el segundo gol en el partido

En el inicio de la segunda parte, la filosofía de los ingleses no cambió, pero el equipo de Suecia cada vez se empezaba a ser peligroso. De hecho, estuvo a punto de marcar el gol, del empate, pero las grandes atajadas del portero Pickford empezaban a marcar la diferencia.

Todos los nervios del equipo inglés se acabaron cuando en una gran jugada en donde participaron Kieran Trippier y un gran centro de Jesse Lingard para su compañero Dele Alli, el cual remató con la cabeza y marcó el segundo gol a favor del cuadro de los tres leones. Sin dejar dudas este gol dejó sellada la eliminatoria, además de que la confianza gracias al gol golpeó anímicamente al equipo de Suecia.

Los minutos fueron transcurriendo, y el equipo de Suecia fue perdiendo balones, y los ingleses jamás perdieron el ritmo del juego, hasta llegar al silbatazo final, declarando al equipo dirigido por Southgate como el gran ganador. Gracias a esta demostración vemos a un equipo de Inglaterra que está muy bien preparado y que viene en muy buena forma, ahora solo espera conocer a su próximo rival.