Tras la decepción que supuso perder la final de la Eurocopa disputada en su país, Francia ha vuelto a ilusionarse durante este Mundial. Pese a que la primera fase transcurrió de manera insulsa para el equipo galo, la exhibición del conjunto entrenado por Deschamps frente a Argentina les ha hecho situarse como uno de los favoritos para alzarse con el campeonato.

Sin duda, el hombre del partido fue Mbappé, que anotó dos tantos y provocó un penalti, pero jugadores como Griezmann, Pavard o Kanté brillaron en un conjunto que es acusado de no elaborar demasiado juego.

Sin embargo, con el poderío físico de sus centrocampistas y la calidad de sus atacantes les bastó para llegar a la final en 2016, y ahora parece un equipo más completo.

Desde entonces, se han consolidado jugadores como Lucas y Mbappé, mientras que la defensa formada por Umtiti y Varane ha demostrado ser fiable pese a los tres goles recibidos ante la albiceleste.

Uruguay se encomienda a Suárez

Frente a Portugal, Cavani se convirtió en héroe nacional tras anotar los dos goles que sirvieron para lograr la clasificación. Desafortunadamente para el equipo entrenado por Tabárez, el delantero del PSG no podrá disputar el duelo frente a Francia, y por ello, la figura de Luis Suárez cobra más importancia que nunca.

Aunque eso no es problema para el delantero del Barcelona, que fue la figura en la Copa América de 2011, donde Uruguay se impuso a la anfitriona Argentina, entre otras selecciones, para finalmente lograr el título.

No obstante, los recuerdos que los aficionados al Fútbol tienen sobre la participación de Luis Suárez en los mundiales se basan principalmente en el mordisco a Chiellini en 2014 y en la mano que evitó el gol de Ghana en 2010.

Por otra parte, con 7 goles anotados en los mundiales y 9 victorias en 12 partidos, el atacante azulgrana es uno de los talismanes del equipo charrúa. Por ello, Luis Suárez es la baza que tiene Uruguay para emular a los mitos de 1950, quienes se alzaron con un título que se antojaba impensable.

El momento de Bélgica

La eterna candidata finalmente ha comenzado a practicar un fútbol acorde a la enorme calidad de sus futbolistas.

En 2014 pecaron de inexperiencia frente a Argentina, mientras que en 2016 quizá fueron demasiado optimistas frente a Gales, y en ambos casos, perdieron en la ronda de cuartos de final.

Ahora, otra vez en el quinto partido, los belgas se enfrentan a Brasil, probablemente la favorita al título tras las eliminaciones de España y Alemania. Aunque a diferencia de anteriores campeonatos, jugadores como De Bruyne, Hazard y Lukaku si que están ofreciendo una continuidad en su juego.

Mucha parte del mérito tiene el entrenador Roberto Martínez, que con la introducción del 3-5-2, ha logrado reunir más jugadores en el centro del campo, consiguiendo una mejora en la fluidez de las jugadas y una mayor participación de sus estrellas. Un equipo ilusionante y que tiene una oportunidad histórica para brillar en la Copa del Mundo.