El astro argentino Lionel Messi, consagrado monarca de la escuadra azulgrana, lo volvió a hacer… una vez más, Leo dirigió a voluntad el triunfo del Barcelona sobre el Chelsea inglés. Frente a unos 97 mil espectadores que se dieron cita en el Camp Nou para degustar del partidazo de vuelta de octavos de final de la Champions League, el 10 barcelonista supo dar un recital futbolístico, con gol madrugador incluido.
Qué manera de empezar
El director de la orquesta culé se encargó de ponerle música al encuentro, perforando el arco de los rivales ingleses muy temprano, en el pleno amanecer del partido, pues apenas al minuto dos de la justa, le daba la ventaja a los suyos por la mínima.
Sacramento futbolístico
Un poco más tarde, al minuto 20 del primer tiempo, se lució con su característico estilo desequilibrante, dejando a tres ingleses en la vía y surtiendo a Dembelé, quien marcó el 2-0 para el Barcelona, demostrando con esta diana su madera de futbolista élite ante un equipo realmente competitivo y nada menos que en un partido de Champions.
Luego del certero derechazo que alcanzó el fondo de la red del arco protegido por Thibaut Courtois, Dembelé fue ovacionado por la afición, recibiendo el abrazo del “Messias”, lo cual fue considerado por muchos como una especie de sacramento bautismal futbolístico para el jugador francés.
Finalmente cuando los ingleses parecían más animados y cerca del descuento, nuevamente Messi “saca la casta” y asesta el tercero y definitivo para dejar en el camino a un Chelsea que poco pudo hacer para soltarse de los nudos defensivos de los chicos dirigidos por Valverde y escapar de la puntería de Messi y los suyos.
¿Goleada?
En vista de lo que el marcador refleja, cualquiera podría insinuar que se trató de una escandalosa goleada, para un partido de Champions entre este par de titanes del fútbol europeo, y que los catalanes tuvieron un dominio total del encuentro; sin embargo, esto no fue tal como lo refleja la pizarra, ya que los ingleses no dieron tregua en ningún momento, planteando siempre una ardua pelea a los azulgranas, incluso colocando más balones entre los tres palos, solo que en el deporte rey esto no es suficiente, se requiere marcar los goles y los españoles fueron muy eficientes al respecto.
Volviendo al tema que nos atañe… Messi lo volvió a hacer: goles, pases, desequilibrio… y así el Barça se clasificó a los cuartos de final de la Champions, dejando en el camino a uno de sus viejos rivales en la competición europea.