Aplicar una corriente eléctrica ligera al Cerebro puede conducir a una mejor visión. Esto es lo que surge de un estudio realizado por un grupo de neurocientíficos estadounidenses sobre algunos sujetos sanos a quienes se les ha aplicado la estimulación transcraneal de corriente directa (tDCS, por sus siglas en inglés). Esta es una técnica de estimulación cerebral absolutamente inofensiva y no invasiva. Los neurocientíficos, de la Universidad de Vanderbilt en Nashville y la Universidad de Boston, lo administraron durante 20 minutos a algunos sujetos sanos logrando una mejora de la visión que duró dos horas.
El estudio fue publicado en la prestigiosa revista Current Biology.
Ver bien es una cuestión de ojo y cerebro
Las vías nerviosas que llevan la información del ojo al cerebro se encuentran entre las más importantes del sistema nervioso humano. De hecho, cada nervio óptico consta de un millón de fibras nerviosas que transmiten miles de impulsos eléctricos por segundo procesados por la retina. El análisis de esta enorme cantidad de información se confía a los centros nerviosos especializados, tales como el núcleo de la geniculado lateral tálamo, que recibe directamente de la retina y la corteza visual, que se encuentra en la parte occipital del cerebro y recibe desde el tálamo.
Talamo y corteza colaboran en tiempo real para procesar correctamente los estímulos visuales y nos proporcionan una imagen rica y bien definida del mundo externo.
Una deficiencia visual puede ser causada por un defecto del ojo, centros nerviosos visuales o ambos. Por ejemplo, una catarata presente desde el nacimiento puede conducir a un desarrollo anormal de las vías visuales talámicas o corticales que causan discapacidad visual permanente.
Ve mejor con la estimulación de la corteza visual
"La idea detrás de nuestro estudio es muy simple", dijo Geoff Woodman, profesor de la Universidad de Vanderbilt y coordinador del estudio "la tDCS predice que una leve corriente eléctrica se aplica a la zona cortical y varios estudios han demostrado que es capaz de mejorar algunas habilidades cognitivas, como el lenguaje, durante períodos cortos, por lo que nos preguntamos si el tDCS también podría mejorar las habilidades visuales”.
Para responder a la pregunta, los neurocientíficos estadounidenses aplicaron tDCS en el área del cuero cabelludo que recubre la corteza visual, la región occipital, en un grupo de sujetos sanos. Inmediatamente después, los participantes en el estudio se sometieron a algunas de las pruebas de visión más utilizadas, incluido el reconocimiento de letras y números de diferentes tamaños en la tabla de optometría de Snellen, familiar para todos los que se sometieron a un examen ocular.
"Los resultados nos sorprendieron," seguimos para contar el profesor Woodman "después de la estimulación eléctrica de sólo 20 minutos se registró un aumento en la capacidad de distinguir el contorno de las imágenes y, por tanto, un aumento en el número de caracteres reconocibles en la tabla de Snellen.
El efecto duró hasta dos horas. Además, esta mejora fue aún mayor, peor fue el déficit visual al inicio”. "No conocemos las razones del fenómeno", concluye el Profesor Woodman "pero sin duda seguiremos estudiando los mecanismos subyacentes". Finalmente, se aconseja a los investigadores estadounidenses que no prueben las pruebas de estimulación cerebral, sino que siempre confíen en equipos médicos o de investigación especializados.