Todo comienza con el relato de un egiptólogo llamado Wallis Budge que trabajaba en el Museo Británico desde el año 1883. Fue él el que escribió un folleto de 16 páginas dando a conocer a este gran gato.

La historia de Black Jack

Wallis Budge comienza su relato contando que en los tiempo en el que el famoso y erudito Garnett llevaba el departamento de libros impresos del museo, recibía usualmente visitas de un gato conocido con el nombre de 'Black Jack'. Todos decían que era un gato precioso que hacía honor a su nombre ya que era de color negro con unos bigotes muy amplios.

Solía visitar la biblioteca donde se tumbaba tranquilamente. En uno de esos días se quedó encerrado, limándose las uñas con algún libro lo que no fue bien visto por el alto dirigente del museo que ordenó que se deshicieran de él. Sin embargo, el gato ya se había marchado aunque nadie sabía a dónde.

Pero no fue magia sino que dos empleados que le debían tener mucho cariño lo cuidaron a escondidas durante unas semanas hasta que se olvidó el altercado. El gato volvió a estar a sus anchas pero no volvió a pisar esa sala nunca más.

El comienzo de la historia de Mike

Un tiempo después, en febrero de 1909, Wallis se encontró a Black Jack merodeando con algo en la boca. El gato se acercó al señor y lo posó en el suelo.

Al parecer estaba cargando con un gatito bebé que terminaron por adoptar y que fue llamado Mike. Black Jack fue un mentor para Mike ya que le enseñó a cazar palomas. Estas presas eran llevadas al ama de llaves vivas ya que ella a cambio les daba comida.

Para Mike el museo era su casa ya que le había preparado incluso una estantería donde dormía.

Cuando ocurrió la Primera Guerra Mundial, uno de los encargados les daba de comer. La verdad es que Mike tuvo mucha suerte ya que fue tratado como un trabajador más.

En el año 1924, el gato ya mayor se 'retiró' pero siguió viviendo por el museo y merodeando para que ningún perro entrara en su casa. Este gato tuvo como casa uno de los mayores museos de Inglaterra donde vivió durante 20 años.

Se hizo tan famoso que le hicieron un artículo poco antes de morir.

¿Dónde está enterrado Mike?

Como decíamos, fue uno de los iconos del Museo Británico por lo que Mike fue enterrado allí, en su casa. La tumba está localizada cerca de una de las entradas del museo donde se puede apreciar una losa con una inscripción donde indica que hizo un gran trabajo como guardián de la entrada principal del museo durante muchos años.