El Panteón de los Reyes y de los Infantes es uno de los grandes atractivos en la actualidad para el visitante del complejo de El Escorial. Desde que Felipe II decidió enterrar aquí a su padre, el emperador Carlos V, este panteón se ha convertido en la tumba de todos los reyes españoles hasta nuestros días (excepto Felipe V, José I Bonaparte y Amadeo de Saboya). Antes de llegar al Panteón Real, hay que pasar por las tumbas de los infantes que perdieron la vida y por el logrado sepulcro que guarda los restos de don Juan de Austria, héroe militar que derrotó a los turcos en la batalla de Lepanto.

Sin embargo, cuando se habla del Panteón de los Reyes de El Escorial siempre se obvia al pudridero, una estancia rodeada de misterio y que poca gente ha podido acceder a ella. Se encuentra en el subsuelo de la basílica, muy cerca de la cripta de los reyes. Estas dependencias están celosamente custodiadas por los monjes agustinos.

En estas salas que conforman el pudridero permanecen los cuerpos de los reyes e infantes españoles fallecidos donde se elimina la humedad y el mal olor del cuerpo. Este período suele durar entre 25 y 40 años como señala el diario ABC. Durante este tiempo se produce una reducción del tamaño del cuerpo, que permite que luego quepan en los cofres que se exhiben en las visitas turísticas al monasterio de El Escorial.

El que fuera bibliotecario de El Escorial, fray José de Quevedo, describe el enigmático pudridero en Historia del Real Monasterio de El Escorial como "tres cuartos sin luz ni ventilación alguna donde se concluyen los oficios y formalidades para que real cadáver sea colocado en el panteón".

Menciona que el prior suele acompañar a los trabajadores al lugar y que los restos mortales permanecen en el pudridero durante 30 y 40 años.

Sin hueco para los próximos reyes

El pudridero cuenta con los restos de Juan de Borbón y María de las Mercedes, padres del rey emérito. Estos serán los últimos en ocupar los huecos que quedan en el Panteón de los Reyes, ya que se hará una excepción con ellos aunque no llegaron a reinar en España.

Por tanto, se abre el debate de dónde serán enterrados los próximos monarcas que fallezcan.

Algunos han abogado por crear una nueva cripta en el complejo de El Escorial, como se hizo para aumentar la cámara primigenia, pero tiene muchos detractores debido a que en los aledaños del Panteón existe una extensa red de salas, galerías y pasadizos de gran interés histórico y arquitectónico.

No obstante, los secretos que esconde el pudridero seguirán pasando desapercibidos por la mirada atónita de todo el turista que entra a ver las estancias que componen el complejo de El Escorial, que algunos denominan nada más y nada menos como 'la Octava Maravilla del Mundo'