Desconocía por completo esta historia hasta que accidentalmente cayó en mis manos una tituladaClaves ocultas de la biblioteca de El Escorial,escrito por Andrés Vázquez Mariscal. Mencionaba una misteriosa inscripción en hebreo que existía en la bóveda de la biblioteca escurialense, concretamente en el fresco que representa al rey Salomón sentado en esa mítica mesa con la reina de Saba, que lanza todo tipo de enigmas para comprobar si este rey era tan sabio como se decía. Había visto esa representación en muchas ocasiones, pero nunca me había fijado en ese detalle de un grabado en el mantel de la mesa que separa al rey de la reina de Saba.

Esta inscripción llama la atención ya que si se realizó en la misma época de la construcción del complejo de El Escorial, supondría un riesgo para su autor, ya que podía haber sido acusado en la Inquisición por prácticas judaizantes. En esta época, la actividad judaizante es uno de los delitos más graves que se podían cometer.

La traducción de la enigmática inscripción sería "Todo tiene número, peso y medida". La inscripción, según Vázquez Mariscal, era bien conocida en la época de Felipe II, intentando disfrazarse como una frase bíblica. Fray José de Sigüenza decía que pertenecía al libro de las Sabidurías de Salomón, pero éste no aparece en el canon judío.

Según este investigador habría que acudir a la gematría, una rama de la cábala, que estudia el valor de las palabras hebreas en función de su valor numérico (no existen números en el idioma hebreo, sino que se utilizan las mismas letras que tienen un valor numérico).

Concluye que la frase misteriosa pertenecería en realidad al Levítico, que sí es reconocido por los judíos, y el significado real sería "Todo tiene su número, peso y está guardado".

Tras acudir a la gematría, el autor argumenta que lo que podía estar "guardado" serían unos documentos o papeles que podrían referirse a una conspiración que pusiera en peligro el reinado de Felipe II (muchos nobles estaban en contra del monarca tras la muerte de Juan de Escobedo, secretario de su hermano Juan de Austria) ; o podría referirse a documentos como actas de alquimistas que pasaban por El Escorial o libros prohibidos como elEnchridion del papa León III, considerado como el libro más poderoso que existe y que fue regalado por este papa a Carlomagno durante su coronación antes de desaparecer en el norte de Alemania.

En cuanto al autor de esta inscripción, Vázquez Mariscal deja entrever como el artífice a Benito Arias Montano, que fue el primer encargado en organizar la Biblioteca de El Escorial y considerado como el mayor hebraísta de la época. Arias Montano pudo pertenecer a la sociedad secreta "Familia Charitatis", que promulgaba el amor fraterno y que para llegar a Dios no era necesario pasar por ningún intermediario, rechazando la posición de la Iglesia.

Por estas circunstancias, todo apuntaría a que sería el creador de esa clave oculta.

El complejo de El Escorial, además de este Misterio, esconde auténticos enigmas y leyendas que lo convierten en una de las Mecas de la España Mágica y como dijo Unamuno al visitarle, "todo español conocedor de su españolidad debe visitarle por lo menos una vez en vida".